Eres todo, eres esperanza para mí.
Has estado conmigo en las buenas, en las malas, y en las peores. No quiero que te pase nada malo, quiero asegurarme que no te pase nada malo.
Prométeme que seguirás aquí, conmigo.
...
¿Lucas? Ah, sigue dormido... son las 06:30 am, entramos a las 08:00 am, supongo que lo dejaré dormir. -pensé.
Me metí a bañar y me vestí.
Estaba nerviosa, si me preguntaban de dónde venía no quería decir que de México porque después seguiría eso de: ¿y por qué estás aquí?
No quería decir que estaban persiguiendo a mi mamá, a mi hermano y a mí porque mi papá es un drogadicto...
Bajé a desayunar con esto puesto:
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Bajé y me impresioné al ver la cocina.
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Tú: ¡Es increíble!
Mamá: ¡Ya lo creo!, ¿te parece si tú y Lucas, pasan al súpermercado en la tarde y compran los ingredientes para hacer galletas? -preguntó mamá emocionada.
Tú: ¿veganas? ¡Dí que sí!
Mamá: Sí, veganas. -dijo volteándo los ojos y sonriendo a la vez.
Tomé una manzana, la mordí y puse agua a calentar.
Mi café de las mañanas no puede faltar, nunca.
Subí para despertar a Lucas.
- Hey, bello durmiente. Es lunes. Despierta ya. -dije.
- Mmmh, lár... g... e. -balbuceó.
- ¿Qué? -respondí.
- ¡Lárgate! -gritó Lucas.
Le quité la cobija y se despertó por completo. Se metió a bañar y yo bajé a prepararme mi café.
