Aún conservo intacta mi capacidad de pensar, de sentir y todo esto lleva consigo una cantidad de dolor emocional.
Sin poder decidir sobre mi vida, le temo a un futuro incierto, a la postración total, a los medios invasivos en mi cuerpo, a las llagas, a las ulceras en la piel, a la dependencia absoluta, a la experiencia de una muerte lúgubre que cercena de a poquitos mi vida.
Estar atada a una cama y cosida a mi propia piel, a mi cuerpo, cual golondrina presa en una jaula.
Vivir un dolor que solo crecerá en el tiempo, mientras me deterioro a cada minuto conectándome veinticuatro horas a un respirador.
Pero eso será solo el comienzo, vendrán pronto las ulceras que profundizaran hasta que se logre ver el hueso y con ello las infecciones, y no moriré. Ese infierno será eterno y mi mente estará lucida, gritando cada dolor en una cama de hospital queriendo morir.
-----------------------♥--------------------
NOTA DE AUTOR
Escriban algo feliz aquí.
ESTÁS LEYENDO
Ana quiere volar |TERMINADA|
Short StoryQuizás debí morir ese 15 de abril de 1978. Tal vez ese era mi destino. Ahora solo habito a la nueva Ana, convivo con ella, en una nueva piel que no puedo tocar cuando veo mi rostro en el espejo. Esta es solo la piel que habito. La Polimiositis, la...