Hay algo extraño en aceptar tu propia mortalidad a los 43 años. Porque, si no vivimos desde el amor, ¿para qué vivir?
Somos vulnerables de tantas maneras.
En hospitales y en equipos de emergencia, los médicos que se encuentran luchando contra la pandemia del coronavirus son los que han mirado a esta enfermedad directamente a los ojos.
Los hospitales y los centros de salud han colapsado. Personas infectadas y sin poder respirar haciendo fila para ingresar a urgencias para ser atendidas.
Los últimos acontecimientos me han hecho plantearme "mi vida". Lo cierto es que, siempre me imaginé envejeciendo, arrugada, con el pelo gris y rodeada de la hermosa que planeaba tener con el amor de mi vida. Porque así es la vida. Es frágil, preciosa e impredecible.
En algún momento, si alzas el vuelo de tu imaginación, te sentirás un poquito más cerca de tus seres queridos y de todo lo que vive y siente, experimentando el fuerte vínculo que une nuestros corazones, nuestras almas. Viktor Frankl nos lo recuerda de esta manera tan sabia «Nuestra mayor libertad humana es que, a pesar de nuestra situación física en la vida, siempre estamos libres para escoger nuestros pensamientos».
Pensamientos...
Solo quiero que la gente deje de preocuparse por lo insignificante y trate de recordar que a todos nos espera el mismo destino.
He visto morir a muchas personas. Yo puedo contar la muerte de varios amigos cercanos, docentes universitarios. Y un familiar.
Después de que el hospital se desbordó. La gente, algunos sin poder respirar, morían en la puerta de los hospitales.
En el Rebagliati, la oficina encargada de designar a dónde iba cada caso dentro del hospital no contaba con recursos humanos suficientes. La Unidad de Cuidados Intensivos tuvo que ser ampliada.
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NOTA DE AUTOR:
En estos días estuve ocupada así que subiré hoy todos loas capítulos hasta el epílogo.
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Ana quiere volar |TERMINADA|
Short StoryQuizás debí morir ese 15 de abril de 1978. Tal vez ese era mi destino. Ahora solo habito a la nueva Ana, convivo con ella, en una nueva piel que no puedo tocar cuando veo mi rostro en el espejo. Esta es solo la piel que habito. La Polimiositis, la...