⭑Chau⭑

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❝ Corazón hoy no dejes de latir
Te alejaste un día, y ahora decidiste venir ❞

──── ∗ ⋅◈⋅ ∗ ────

'Estábamos en la playa, sentados en la arena mirando el mar, noté que seguías tan radiante como la primera vez que te vi, sin embargo tu corazón estaba lejos del mío. Había una sonrisa plantada en tu rostro, se te veía tan tranquilo que me llegué a aterrorizar.

Intenté decirte lo que sentía, porque no quería perderte, no quería que nuestro amor muriera como la tarde de aquel último verano, pero te levantaste y empezaste a caminar y en ese instante lo supe: ahora éramos simples desconocidos.'

(...)

Me levanté de golpe, el sudor cubría cada parte de mi cuerpo y mi pecho se expandía constantemente, había sido solo un mal sueño, no debí haber comido tanto en la cena. Me percaté de que Calum aún dormía, así que con cuidado y sin hacer ruido me levanté de la cama y bajé directo a la cocina para beber agua y calmar los nervios que empezaban a molestarme.

Desde algún tiempo atrás, las pesadillas se pusieron intensas, podía decir que todo era a causa del estrés por el trabajo, pero solo era un invento mío para sentirme mejor. Permití que el agua fluyera por mi garganta y me aliviara esa sensación de tristeza.

Dejé el vaso sobre el mesón y regresé a la habitación, Calum estaba revisando su celular, cuando sintió mi presencia lo bloqueó y dejó sobre la mesita de noche. Su sonrisa no era la misma, pero igual curvé mis labios y me adentré de nuevo en la cama. 

—¿Otra vez, cariño?— extendió su brazo y me acurruqué a su lado, dejando reposar mi cabeza sobre su pecho. Solo asentí y cerré los ojos. 

Sus manos se sentían ásperas, la suavidad en ellas había desaparecido. Enredaba sus dedos en mi cabello, él estaba preocupado por algo que yo aún no sabía, podía asegurar que su mente no se encontraba en este mundo, porque su silencio hablaba por sí solo.

—Hoy llegaré tarde del trabajo, Cal— dije justo cuando sus manos dejaron de hacerme caricias—, debo entregar unos informes para la reunión de mañana.

Un chasquido ligeramente perceptible, alcanzó a ser percibido por mis oídos.

—¿Quieres que pase por ti?—  el tono en que sus palabras salieron, me hizo bufar.

—No te preocupes, tomaré un taxi— me removí hasta quedar en mi parte de la cama y le di la espalda para dormir las dos horas que aún faltaban para que sonara la alarma.

Me desilusioné al no escuchar su insistencia, esa que con remarcada autoridad me hacía cambiar de opinión. 

¿Dónde estaba el Cal del que me enamoré?

(...)

El día había transcurrido tan normal como el resto de días, solo había un altercado y era que Calum se había puesto irritable luego del desayuno. Su genio era el de un demonio y para evitar algo más grave decidí salir temprano y llegar a la empresa caminando. 

Lo llamé, le escribí y hasta le envié un e-mail, pero parecía que estaba muy molesto al no querer responderme. Me recosté con pesadez sobre la silla, repasé nuevamente cada momento de la mañana y no veía absolutamente algún mal comportamiento mío, sin embargo no podía dejar las cosas así, no podía simplemente adoptar las mismas actitudes de mi estúpido esposo. 

—¡Hey, Ash!

Ladeé la cabeza y miré de reojo al rubio que estaba apoyado en el marco del cubículo, tenía una mano en el bolsillo del pantalón y la otra sostenía el palito de una chupeta que tenía en la boca. No podía malgastar mi tiempo escuchando las tonterías de Luke, quería ignorarlo, pero seguía ahí, esperando a que le respondiera. 

RAINBOW | [20 Song / 20 One Shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora