RAINBOW | [20 Song / 20 One Shots]

⭑Some Nights⭑

❝And you, why you wanna stay?
Oh my God! Have you listened to me lately?
Lately, I've been going crazy (so crazy)❞

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La brisa movía con ligera fuerza la camisa holgada que tenía y el frío, tan desgarrador, le quemaba la piel del rostro, pero estaba acostumbrándose. Mantenía los ojos cerrados y los brazos extendidos hacia los lados para hacer equilibrio, y le pareció curioso que lo estuviese haciendo bien, porque las veces que tuvo que hacerlo en gimnasia, en su época de escuela, terminaba en el suelo.

La punta de los zapatos cada vez sobresalía más del delgado borde en el que se encontraba el pelirrojo, debatiendo sobre su existencia y su utilidad en un mundo que esperaba mucho de él y simplemente no había nada que pudiese entregarle. 

Gotas de lágrimas caían con desespero, intentando decirle que aún había un camino mejor al que había escogido, pero estaba intentando callar esas voces buenas que le pedían una oportunidad más.

(...)

Luke volvía de su trabajo, debió quedarse unas horas de más luego de haber culminado con su horario para hacer el inventario correspondiente. Sin embargo, era lo suficientemente tarde como para poder tomar un bus que lo acercara a su casa y tampoco quería llamar un taxi, optando por ir caminando.

Iba con sus auriculares puestos, escuchando música con el volumen bajo por seguridad, mientras fumaba para engañar al terrible frío que azotaba a la ciudad esa noche. Deseaba llegar pronto para beber algo caliente y meterse directo entre las cobijas, pero eso iba a tener que esperar un poco. 

A lo lejos, notó una silueta sobre el borde de un puente, jamás pensó que en algún momento de su vida se toparía con alguien que estuviera a nada de matar las pocas esperanzas que lo envolvían, porque cuando entendió su propio significado de vida, le hizo a abrir nuevos horizontes que incluía mandar al demonio todo y arriesgarse a los horrores de las posibles catástrofes vecinas.

De un tirón quitó los audífonos de sus orejas y tiró el cigarro para posteriormente apagarlo con la suela del zapato. Caminó con prisa, bajando la intensidad al estar a unos considerables metros de distancia del chico. 

—¡Hey! — su respiración estaba acelerada, por lo que el saludo salió con un aire de desespero.

Michael tensó el cuerpo, pero no quiso voltear a mirar a la persona que acababa de interrumpirlo. Mientras tanto, el rubio empezaba a sentir un poco de miedo al querer hacerle preguntas, pues la vida del pelirojo parecía estar ahora en sus manos. 

—¿Te encuentras bien?— una pregunta detonante que no podía mantener guardada. Irónica a decir verdad, porque sabía muy bien que ese chico estaba jodidamente mal.

Mordió con ansiedad el labio, su corazón empezó a latir muy rápido y las ganas de tirarse sobre el chico para alejarlo del angosto borde lo estaban ahogando. 

Pero Michael no quería hablar, porque si lo hacía probablemente terminaría haciendo todo lo contrario, dejando ganar a las personas que esperaban un cambio de  lo que fuera que estuviese cambiando. 

—Bien, entonces me quedaré aquí— se acercó un poco, y recostó su espalda sobre el barandal— y estaré dispuesto a escucharte... si quieres hablar— echó la cabeza hacía atrás, dejando que el oscuro cielo le diera quizás alguna señal que lo guiara para hacer algo bueno.

El pelirrojo abrió los ojos y dejó caer los brazos a los lados, relajó su cuerpo y miró hacia el horizonte, sin expresiones que pudiesen reflejar lo que sentía. Los demonios dejaron de atosigarlo por un instante.