🥀 Capitulo 7🥀

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durante toda la cena se la pasó inquieta, por lo cual se quedó al lado de Sebastián y de vez en cuando se frotaba disimuladamente en las piernas de este. kagome se lograba calmar un poco cuando sentía el aura del demonio envolverla para que se calmara, lo cual funcionaba, pero no en gran medida.

Una vez que la cena terminó. Esperó a que todos se fueran. Las llamas la volvieron a rodear y volvió a su forma humana. Empezó a caminar en dirección en donde sintió La energía, fue detenida por una voz detrás de ella.

—Kagome, ¿A dónde vas? —se giró mirando al dueño de la voz. Frente a ella estaba Sebastián.

—¿Sí?... Yo... —se quedó calla pensando unos segundos, pensando si decirle sería buena idea. Lo vio detenidamente antes de hablar, él podría ayudarla si le decía, total no perdía nada con decirle.

—¿Algo que quieras decirme? —preguntó, ella Suspiró calmada Y a pasos tranquilos terminó por acercase a Sebastián.

—Yo... Ah, he sentido una presencia maligna alrededor de la mansión, es como si estuviera buscando algo o a alguien—bajó la mirada a sus pies —Y lo que me preocupa es que ya he sentido esa presencia antes... fue Cunado yo Todavía estaba encerrada.

Sebastián se quedó en silencio escuchando todo, frunció el ceño ante lo que eso significa, peligro. Lo que decía Kagome era preocupante, si ella pudo sentir esa misma presencia antes, tendrían que tener extremo cuidado, el conocía perfectamente la naturaleza de las presencias malignas mejor que nadie.

—Voy a ir a investigar—Kagome alzó la mirada y le sonrió— Mientras tanto, necesito que me prestes unos cuchillos y me guíes o me describas el terreno al rededor. Necesito saber exactamente con lo que vamos a Lidiar, saber cuál es su nivel de peligro.

—Está bien—respondió con frustración, quería ayudarla, pero estaba casi seguro que no podría ayudarla, si era una presencia maligna, no podría matarla. El, al ser un demonio de cierta manera tenía la misma energía, por lo cual solo lo heriría, y eso no le servía, el punto era acabar con la presencia y eso era claramente algo que él no podía hacer, pero Kagome sí. Y eso le preocupaba de cierta manera, el saber que Kagome podría llegar a lastimarse, porque ese tipo presencias se les conocía por ser los más agresivas y peligrosas. —vamos, te voy a dar mis mejores cuchillos

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—¿Quién eres? ¿Qué es lo que buscas? ¿Cuál es tu propósito? —preguntó impaciente.

Delante de ella estaba esa presencia maligna, no le fue muy difícil encontrarla, al contrario, la presencia la encontró a ella. Kagome lo guío hasta el barranco que le había dicho Sebastián. Si las cosas se llegaban a salir de control el barranco sería el sitio perfecto Para una pelea.

—¿Quién te envió? —volvió a preguntar, un gruñido fue la respuesta mientras que se ponía en posición de pelea—Si así lo quieres.

Una vez terminó de hablar, la presencia arremetió contra Kagome, ella lo esquivó hacia un lado, rondando en el piso antes de pararse Y sacar diez cuchillos con su Reiki rodeándolos. La presencia se acercó peligrosamente, cuando estuvo cerca le clavó dos cuchillos antes de darle una patada que lo alejó varios metros de ella.

La presencia rugió con furia, sus heridas no se regeneraban, provocando que su ira lo consumiera olvidando su verdadero objetivo, ahora lo único en lo que pensaba era en acabar a esa mujer con presencia y poderes sagrados. Ahora fue Kagome quien tomó la iniciativa de acercarse, iba a darle otro golpe, pero la presencia la esquivó con agilidad, dándole un fuerte golpe en el estómago que la mandó a varios metros, observó como la mujer escupía sangre antes de parase con dificultad.

𝐋𝐀 𝐌𝐈𝐊𝐎 𝐏𝐇𝐀𝐍𝐓𝐎𝐌𝐇𝐈𝐕𝐄  (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora