Un nuevo amanecer ilumina París y dos jovenes practican la lucha con espadas. Luego de una larga sesión, ambos paran.
—Bueno ¿y qué tal lo hago? —Preguntó Amélie.
—Te falta estabilidad —Respondió dándole un pequeño empujón—. Si un enemigo te golpease, caerías muy fácilmente.
Amélie da un par de pasos para estabilizarse y le mira de forma vacilona.
—¿Quieres descansar un poco? Ya llevas 2 horas entrenando.
—Sí, estaría bien —Respondió ella secando el sudor de su frente.
Se sientan en un carcomido banco de la iglesia. Samuel se quita por primera vez la capucha de malla metálica y Amélie puede ver detalladamente las facciones de su rostro. "Es más bello de lo que me imaginaba" Pensó ella y se sonrojó.
—¿Dónde aprendiste a pelear así?
La pregunta pilló de imprevisto a Amélie e hizo que se sobresaltara.
—En las calles de París. Cuando una es huerfana tiene que bucarse la vida.
—Pero... ¿no eres la hija de la dueña de la floristería? —Preguntó inquietado.
—No... Mis padres fallecieron cuando yo era una niña y Madame Gabette me acogió —Respondió mirando al suelo—, por eso tengo su apellido.
—¡Oh! Vaya... Lo siento, no lo sabía.
—No importa —Sonrió tímida—. Y tú... ¿por qué te uniste a la Orden?
Samuel suspiró.
—Porque mataron a mi padre y busco respuestas sobre ello —Contestó seco.
—S-siento haber preguntado. Mis condolencias.
—No tienes porqué disculparte.
Clavan sus miradas, ella en los marrones de Samuel, y él en los violetas de Amélie. Luego de unos instantes se sonrojan levemente.
—Siento interrumpir el cortejo —Carraspeó Lois —, pero necesito saber de que color quiere la casaca, Amélie.
—Blanca.
—De acuerdo —Dijo apuntandolo en un trozo de papel —. Pues venga conmigo un momento, debo tomar sus medidas.
A Amélie no le pareció bien y cruzó sus brazos desafiante. Lois tomó aire.
—Mire... No necesita quitarse ropaje alguno y, creo que lo está pensando, no tocaré nada que no deba. No me educaron para denigrar a las mujeres.
La muchacha relajó el rostro y asintió. Anduvo hasta enfrente de Lois y él le mandó extender los brazos en forma de cruz. Sacó un metro del bolsillo y comenzó medirla. Amélie no se sentía cómoda con esto y evita mirar a los ojos al casaca verde, mientras quien no podía apartar la mirada de ella era Samuel.
Cuando acabaron Amélie se sentó en el banco.
—Menudo corte —Susurró la muchacha tapando su ruborizado rostro.
—Que no te lo dé. No todo el mundo tiene la suerte de estar tan cerca de una hermosura como tú.
Las mejillas de Amélie se tornaron aún más rojas e intentó ocultar su rojez mirando al suelo. Aquel hombre hacia que bajase la guardia.
—¿Q-qué hora es?
—Pues... las nueve y media —Respondió Samuel mirando la posición del sol.
—Debo irme —Dijo ella levantándose—. Tengo que ayudar a Madame Gabette con la floristería. Adiós.
—Adiós —Se despidió con una sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
Amor parisino. [One-shot/Vegetta777 y tú] |Editando|
FanfictionEn el año 1789, Francia se rebela contra la cruel monarquía. El caos y el miedo son parte de la vida de los ciudadanos, pero existe una orden secreta que vela por el pueblo francés. Una orden de la que nadie debe saber, pero un descuido por parte de...