Nuevos miembros en la familia Abril 2021

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Era uno de abril, Em acababa de salir de cuentas del bebé que iba a ser mi sobrinito, bueno, mi segundo sobrino si contamos a Nicky, la hija ya no tan secreta de mi hermano Eliot y mi amiga Katy, a la cual amo con locura. Yo llevaba meses trabajando más que en toda mi vida, el hospital se había vuelto más caótico de lo que jamás me hubiese imaginado, el otro hospital del centro de la ciudad había cerrado, por lo que ahora teníamos el doble de trabajo, más pacientes y más novatos, solo deseaba que Em volviese pronto, jamás habíamos pasado tanto tiempo separadas, pero ella no podía volar con mi sobrinito dentro, y yo no quería volver a Brayton si no era realmente necesario.

Esa tarde, tras salir del hospital, invité a Louis a un Cenayuno, él aceptó y nos fuimos al pequeño restaurante debajo de mi apartamento, cuando terminamos, pagamos y nos despedimos, yo empecé a subir aquellas escaleras que habían dejado de parecerme tan históricas y bonitas, ahora eran todo un incordio – el nuevo apartamento estaba en la quinta planta de un edificio sin ascensor, casi ochenta escalones, que para cualquier persona normal, no serían gran molestia, pero cuando llegas a casa tras casi veinticuatro horas trabajando, no era agradable tener que subirlas – cuando llegué arriba, me tiré en mi super cama de King size – se la copié a Alex – y me quedé dormida enseguida.

Cuando desperté, tenía muchísimas llamadas perdidas de Em, Charly y mi madre, ¿Habría dado a luz Em? Decidí llamar a mi madre, ni un segundo después, ella me puso al día de todo. – mi madre cada vez llevaba mejor la perdida de mi padre, ya se había jubilado y ahora se pasaba casi todo el tiempo con Pacific.

- Hola Mamá.

- Cielo, ¡Ya soy abuela ¡

- Mamá, ya lo eras, ya sabes, Nicky es tu nieta.

- Lo sé, pero me refiero a que Emily ha dado a luz.

- Puedo cogerme un par de días para ir a casa y ayudar con todo lo del bebé.

- Creo que eso alegraría mucho a Emily.

- Pues lo organizo.

- Adiós hija, hasta dentro de poco, espero.

- Adiós mamá, te quiero.

Decidí llamar a mi jefa para pedirme unos días libres, ya se las apañarían sin mí, yo ahora tenía que conocer a mi nuevo sobrinito y ver a mi familia. Un par de horas después, llamé a Em.

- Hola nueva mami.

- ¡¡Ally!!, dios, cuanto te echaba de menos, ¿Qué tal todo por casa?

- Todo bien, pero lo importante es cómo estás.

- Yo bien, Charly y tu madre se han pasado toda la noche aquí conmigo, y tenían razón, no hay mejor ginecóloga que Cristal.

- Me alegro, he pensado en cogerme un par de días libres e ir a ayudar un poco y a conocer a mi sobrinito.

- Menos mal, no podía estar más tiempo sin verte.

- ¿Y como se llama el nuevo miembro de los Collins?

- Le hemos llamado Thomas como vuestro padre, nos pareció lo mejor, sobre todo teniendo en cuenta lo que pasó.

- Me parece un nombre precioso para el niño más guapo de todo el mundo.

- Jaja, no me imaginaba a Alice Collins enamorada de su sobrino, jajaja.

- Nos vemos pronto, te quiero.

- Yo también te quiero.

Estaba haciendo la maleta cuando me llamó un número desconocido.

- ¿Hola?

- ...

- Mira ya es la decima vez esta semana que me llamas, por lo menos di algo.

- ...

- Pues nada, adiós.

Llevaba varios días recibiendo llamadas del mismo número, al principio, pensé que alguien se habría equivocado, pero tantas veces...

A la mañana siguiente, aterricé en el aeropuerto de CA, y vi a mi hermano Mike y a Lizzie en la zona de salidas, ella estaba preciosa y cuando la vi más de cerca vi la gran sorpresa, estaba embarazada.

- Guau Lizzie, estás...

- Enorme, gordísima, jajaja. – dijo ella mientras me abrazaba como podía.

- Iba a decir que estás preciosa.

- Pequeñaja, voy a tener otra pequeñaja. – dijo mi hermano mientras me enredaba el pelo.

- ¿Es una niña? – no llegaba a imaginarme a Mike de padre, pero supongo que no me imaginaba a ninguno de mis hermanos siendo padres, pero ahora solo quedaba el pequeño Klaus por unirse al equipo de la paternidad.

- Sí, y seguro que es igual de guapa que su madre. – dijo Mike mientras le daba un beso a Lizzie en la mejilla, eran realmente monos como pareja.

- ¿Nos vamos ya parejita?

- Sí. – dijo Mike mientras que cogía mi pequeña maleta de mano.

Lizzie se pasó todo el viaje contándome cómo fue su reconciliación y que estaban buscando una casa en la costa, ella quería que su pequeña aprendiese a surfear y a apreciar la belleza del Pacifico.

La última vez que te quiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora