Capítulo cinco: Un Sueño Postergado

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Había pasado una semana desde que HoSeok se encontró inesperadamente con Min YoonGi en la panadería de los Wong, y desde entonces, no lo había visto siquiera por los pasillos de la escuela, ni en la única clase que ambos compartían.

No es como si HoSeok estuviese extrañando su presencia ¡Para nada! Sólo estaba un poco... preocupado. Después de todo, Min YoonGi era un ser humano y HoSeok, al ser una persona intrínsecamente empática, no podía evitar sentirse sólo un poco preocupado por su ausencia. Pero sólo un poco. Poquito, poquito.

Y era algo completamente normal, ¿Verdad?

La campana sonó, y HoSeok se talló los ojos con el dorso de las manos. A pesar de que era jueves y que en dos semanas empezarían sus vacaciones de invierno, ya comenzaba a ansiar sus días libres -aunque tuviese que trabajar- y sus horas extras de sueño. Bufó, terminando de tomar los libros que necesitaría de su casillero y se dirigió a su clase de biología.

[♡]

La voz de la señorita Chwe se escuchaba lejana y a penas audible, como si estuviese cayendo por un acantilado y ésta se perdiese en la profundidad y el vacío. Pero ella no estaba cayendo por ningún barranco ni tampoco hablaba en murmullos. Ella estaba justo frente a sus narices pareciendo hablar sobre células y metamorfosis. HoSeok no estaba muy seguro.

Sus ojos se sentían pesados y ofuscados, con un ligero escozor en las retinas. Todo parecía ir más lento de lo normal. Era tan impertinente que el sueño le invadiese sin previo aviso, y eso le ponía de un humor de perros.

¡Já! Curiosesco, curiosesco; estaba a punto de dormirse en clase, pero en la noche no podía siquiera pegar el ojo. Divino ¿No?

Siempre había podido mantenerse despierto aún cuando la mayoría de las veces se quedaba dormido después de las 4am, como esa canción de Eric Nam que escuchaba en ocasiones por la radio. Se sentía tan vivo sabiendo que estaba despierto cuando nadie más lo estaba... que la idea de dormir sólo era impensable.

Pero ahora...

Ahora se sentía muerto, incluso peor que eso. Como zombie muerto por segunda vez ¿A caso eso era posible? HoSeok no sabía ni qué diablos estaba pensando.

Suspiró. Al parecer la señorita Chwe hablaba sobre prímulas, y aunque HoSeok en otras circunstancias podría parecerle un tema importantísimo, -circunstancias no tan atenuantes en donde no tenía que luchar consigo mismo para no quedarse dormido, por ejemplo - en ese momento no le interesaba en absoluto. Miró por la ventana a ver si con ello lograba despabilarse.

Era un muy bonito día. El patio estaba cubierto por una gruesa capa de nieve, y los árboles no tenían ni una sola hoja o atisbo de vida.

HoSeok pensó en los osos pardos de los cuentos que su abuela solía leerle cuando era niño. Éstos aseguraban que los osos pardos comían mucho y luego se iban a dormir durante todo el invierno. En ese momento, HoSeok deseó ser un oso pardo. Comería hasta ser tres veces más grande y luego se iría a dormir por meses ¡Sería tan increíble! El ser un oso corriente le quitaría muchos pesos de encima. Viviría en una cueva, comería miel y savia de los árboles -al igual que bayas y arándanos- y haría amiguitos animales en el bosque como en esa película de Amigos Salvajes. La idea sonaba grandiosa. Pero...

Y es que siempre tenía que haber un pero

... HoSeok era sólo HoSeok, un ser humano corriente, despistado y solitario.

You are my sun | [YoonSeok] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora