cap. 1 conociendo a Sam

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POV James

—Te vamos a extrañar idiota —dice mi mejor amigo despidiéndose de mi— espero que no te olvides de escribirme — me abraza.

—Yo también los voy a extrañar le devolví el abrazo, y dirigí mi mirada a los otros dos chicos que se encontraban unos pasos detrás de donde estábamos mi mejor amigo y yo.

Nos separamos y me despedí de los otros dos chicos, me subí al auto de mi padre y me quede observando a los tres chicos que se encontraban al frente de mi antigua casa, los extrañaría demasiado. Papá arranco el auto y mamá puso sus canciones viejas en el reproductor de este. tomé mis audífonos y me puse a ver una de las películas de Harry Potter.

~~~

—Hemos llegado— anunció papá mientras despertaba a mamá, quien se había quedado dormida en el asiento del copiloto, mi cabello esta despeinado por haberme sentado cerca de la ventana pero no hice el intento de peinarmelo— James, baja y saca las maletas— obedecí y salí del auto, saqué todas la maletas y dirigí mi vista a la casa que se encontraba a mi derecha.

Es enorme, con una estructura muy bonita, era blanca con algunos detalles negros y tenía muchas ventanas, aunque no se podía ver nada hacía dentro, por las cortinas tan oscuras y gruesas que tenía.

Papá nos había informado que nos mudaríamos con una familia de tres, a papá no le estaba yendo bien en el trabajo, íbamos a perder la casa y mamá no trabajaba. Un amigo de papá le dijo que podíamos vivir con él temporalmente, e incluso le ofreció trabajo, lo malo es que era al otro lado del país, no conocía al hombre ni a su familia por lo que esto sería un tanto incómodo.

—Vamos— papá me saco de mis pensamientos, lo vi dirigirse hacia la puerta de la casa y mamá y yo lo seguimos, dio algunos toques a la puerta y después de varios segundos esta se abrió, dejando ver a un chico de cabello rubio, piel pálida y ojos grices- hola, somos los Anderson- saludó papá.

-Sean Bienvenidos, soy Simón, dijo el chico estendiendo su mano hacia mi padre, este la estrechó y el chico hizo el mismo gesto a mi madre y a mí —pasen— dijo el chico haciéndose a un lado lo suficiente para que pudiéramos pasar.

La casa por dentro es más lúgubre de lo que aparenta por fuera, todo es blanco pero con las cortinas  casi no pasa luz y las bombillas emiten una luz muy debil, toda la decoración es plateada y algunas doradas y todo se ve extremadamente limpio, las cosas parecen ser muy caras aunque sean sencillas, se nota que son gente de dinero, aunque no sé a que se dedica el dueño de la casa.

—Sientanse como en su casa, no son necesarios los modales, mi padre bajara en un momento— informa el chico — pueden curiosear mientras esperan- dice antes de subir por una escaleras que se encuentra al frente de la sala donde estamos.

La sala era bastante amplía, habia un mueble media luna blanco y una mesa plateada con dos sillones en frente de ésta, también blancos, hay dos puertas al lado derecho de la escalera y una entrada a otra sala en el lado izquierdo de esta, la otra sala parecía igual a esta con excepción de que aquella tenía una chimenea y encima de la misma un cuadro donde aparecía un hombre de pelo negro y ojos grices, vestido de traje.

— Llegaron— dirijo mi vista hacía las escalera de donde provenía esa voz, era el mismo hombre del cuadro, es demasiado alto— estuve esperando por mucho tiempo Arbert— se dirigió a mi padre por su nombre — llamaré a Simon, para que les ayude con las maletas— el señor sacó su celular y teclea algo antes de volver a guardarlo.

—Nos atrasamos un poco en el camino— mi padre toma una pausa antes de continuar — gracias por todo— el hombre baja las escaleras completamente y se posiciona frente a papá dándole unas palmadas en  el hombro.

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