La música retumbaba en el gran lugar, luces de colores iluminaban la pista y la gente bailaba alegre al ritmo de Lady gaga. La discoteca gay llamada Oslo era popular en la ciudad por tener a jóvenes hermosos bailando en los tubos o sirviendo bebidas en la barra. Y esa noche no era la excepción, un nuevo mesero de ojos pardos se movía entre las mesas tirando sonrisas pícaras a los diversos clientes logrando grandes propinas.
Los hombres maduros, no podían evitar soltar suspiros acalorados ante el jugador de fútbol y su carisma risueño. Sin dudarlo mucho, otro fajo de billetes fue puesto sobre la mesa que atendía en ese momento.
El sujeto era rubio algo canoso pero se conservaba bien, tenía ojos verdes y lucía un traje negro hecho a medida a juego con zapatos lustrados. Su acompañante, un hombre afro, reía junto a uno de los bailarines del lugar, tomando otro vaso de la costosa botella que pidió.
— Ten mi amor. Por tan buen servicio y tal vez la próxima si me haces una mamada el fajo sea aún más grande — Dijo acompañado de un guiño el rubio — Pero, por ahora me conformare con solo verte chiquitin.
Andy un poco incómodo, le sonrió y agarró el fajo para ir a la próxima mesa. Giró sobre sus talones, alejándose sintiendo la mirada del hombre en su trasero. Suspiro y trago las ganas de llorar, debía aguantar aunque sea un mes, para tener algo de experiencia y poder trabajar en algún otro lugar.
Su madre había gastado el escaso dinero que tenían, en alcohol y sus "medicamentos", que eran diversas pastillas de éxtasis. Todavía no sabía cómo seguía viva y con trabajo "estable", su licencia por enfermedad psicológica seguía vigente después de tantos años. Su mamá era maestra y aunque era muy pequeño cuando ella enseñaba, recordaba lo feliz y a gusto que estaba con su trabajo.
Pero, cuando su padre decidió abandonarlos, eso cambió, esa persona dulce y amable, había muerto reencarnando en una persona oscura y sin límites de exceso. Llevándola a tal extremo que sus tres hijos mayores la abandonaron igual o peor que su ex esposo y su cuarto hijo se tuvo que ver por sí mismo con solo 8 años.Pasando días enteros sin comer, comiendo sobras de vecinos o peor, prostituyéndose por un plato de cocina. Mientras ella pasaba horas con sus botellas de whisky o tequila, viviendo una vida desatada y de vicios, tratando de olvidar y esconder ese vacío que sentía al ser abandonada.
Algunas veces cuando no se quedaba dormida por el alcohol, escuchaba como lloraba, aunque tratara de ser silenciosa se escuchaban esos llantos de rabia mezclados con tristeza. A distancia podías sentir como estaba enojada con el universo, tal vez puteando dios o al diablo, por su mala suerte. Andy muchas veces trato de internarla en sitios para alcohólicos, pero son voluntarios, no obligatorios.
Su madre escapaba o desaparecía por semanas, para evitar las internaciones. Siempre volvía con regalos, como ropa, joyería,juguetes, videojuegos, para tratar de aliviar el ambiente. Era algo frustrante querer ayudar a alguien, que no quiere ser ayudado, el universitario estaba casi en su límite y sabía que si explotaba, y la dejaba iba a ser igual o peor mierda que sus hermanos o progenitor.
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Amor ABC
Teen FictionAnderson el chico callado y misterioso , Brad el chico gruñón y sin compasión , Cody el chico amable y simpático. Tres personas diferentes , Cada cual tiene una razón de ser Haci , cada cual tiene una historia que contar. Tres univertarios que reci...