"Si eres fan de Superman, no leas esta historia"
Sí, sé que no es la mejor introducción de todas. Pero la verdad es que mi historia con el personaje, ha sido del todo curiosa. No me mal entiendan, tuve mi etapa de niño en el que fui gran fan del pe...
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-Portada Variante-
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—Pero que bonito —decía la amiga de Clark sentada en la banca de un parque; cargando en manos a uno de los gatitos mientras lo sacudía de un lugar a otro—. Me lo voy a comer a besos. —Entonces, el gato entre una expresión inquieta y preocupada maulló—. ¡Ay, me encanta!
—Sí, es lindo —aseguró Kent mientras su amiga le devolvía al felino.
—¿Y de donde los sacaste? —le preguntó la mujer.
—Se, los estoy cuidando a una amiga —respondió Clark un tanto nervioso.
—Creí que tenías pocos amigos.
—Aún tengo algunos —respondió Kent.
—Oye, yo... quería... Darte algo —dijo un tanto nerviosa la mujer—. Mira —dijo mientras se giraba hacia un costado; tomando una bolsa con un bulto bastante grande adentro—. Siempre te veo con la misma ropa, y sé que tienes problemas de dinero.
«Yo no lo entendía. Ni siquiera sabíamos nuestros nombres. Pero ella estaba ahí ahora, dándome un regalo»
—Yo, bueno —tartamudeo un poco Clark antes de tomar el mismo; mirando al abrirla: ropa. Camisas, ropa interior, y hasta zapatos—. Esto debió haberte costado...
—No fue nada —le interrumpió rápido la mujer—. Tenía algo de dinero extra y decidí darte la sorpresa —aseguró mientras miraba hacia el suelo.
—Bueno, yo; gracias —respondió abrupto Clark; ganándose la sonrisa tierna de su compañera.
Pero por buena o mala suerte, un gran trueno llegó para espantar a los felinos del ex héroe; los cuales se ocultaron al fondo de la canasta. Y esto, vino acompañado por lluvia. Kent, guardo el regalo de su amiga en su mochila mientras tapaba a los gatitos en su manta. Así, ambos corrieron por el parque hasta llegar a un techo tipo quiosco; en donde se sentaron en una misma banca.
—Parece... Parece que esto va para rato —aseguró la castaña mientras veía la lluvia tenue pero fuerte a la vez. Y, como si fuera un acto del destino. Algo pactado como en una película. Un trueno acompañado de un rayo descendió asustando a la misma; la cual en un acto instintivo busco refugio en el pecho de Kent—. Yo, lo-lo siento —dijo.
