Conocerse más

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Jugar con fuego es peligroso, pero jugar con personas lo es  aún más

El pensar que podemos ser dignos de jugar con el tiempo de alguien nos hace egoístas y materialistas , el creer que somos dignos de las lagrimas de otra persona sabiendo que son lagrimas de dolor y no de felicidad nos hace monstruos despiadados sin corazón.

Nos creemos el número 1, cuando la realidad, es que tenemos millones de números por delante y solo estamos perdidos en el montón tratando de buscar una salida a costilla de los demás, nos llenamos la boca diciendo que que necesitamos a alguien que reconstruya lo que ya vino roto y dañado, pero no somos capaces es de darnos cuentas que nosotros mismo provocamos ese daño, que nunca nos amamos como para poder mantener todos nuestros pedazos y preferimos hacer jugar a los demás a armar un rompecabezas del cual sólo nosotros sabemos  buscar la pieza final.

Sentarse a esperar ya no debe de ser más la primera opción a la hora de buscar una salida, levantarse y echar hacia delante no por otros sino por nosotros mismos debe ser siempre la prioridad, aprender a apreciar el arte abstracto que somos y no querer tratar de entender a los demás cuando la realidad es que sabemos nuestros nombres y nada más.

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⏰ Última actualización: Aug 20, 2020 ⏰

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