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No era de extrañar que Johnny siempre estuviera rodeado de personas. Su personalidad carismática, su habilidad para el habla, su agradable aspecto y su gran inteligencia lo había llevado a ser bastante popular en su escuela, desde el momento en que llegó de su país natal, Estados Unidos.

Johnny sabía que también era debido a ello, y que la mayoría de las personas que se acercaban a él eran por el mero interés de estar bajo una estima "aceptable" por la ridícula jerarquía que habían creado por años, sin embargo, no podía decir lo mismo de su mejor amigo.

Aún recordaba el momento en que conoció al mayor. Tan torpe y de boca rápida, maldiciendo en voz baja su locker porque no terminaba de abrirse. "Locker equivocado" había mencionado Johnny en el momento pues, se trataba del suyo, y así, estar frente al acto más adorable del universo. El más bajo sonrojado al darse cuenta de que estaba forzando el locker equivocado y que el suyo, se encontraba justo al lado.

Sabía que el mayor no se encontraba a su alrededor por ninguno de sus atributos o siquiera su nacionalidad, pues al principio, quién lo perseguía a todas partes era el mismo Johnny hasta que finalmente fue aceptado a su alrededor, volviéndose mejores amigos. El presidente de la clase y el chico "popular", era una combinación cómica que todos se habían acostumbrado, al igual que de su poderosa amistad.

Taeil dejó caer sus libros contra la mesa, suspirando con notorio cansancio antes de hacer su cabello a un lado con una mueca en sus labios. Se acercaban los exámenes finales, por lo que contar con que el cerebro de su mejor amigo era el más rápido de su clase, por ende, el número uno, le daba cierta ventaja al estudiar; aun cuando se dedicara más tiempo a molestarle. ― ¿A quién llevarás a la fiesta de finales de curso? ― Preguntó el más alto, tomando uno de los libros para darle una hojeada sin mucho interés.

Ugh, algebra.

― No estoy muy seguro...― Habló sin interés, rebuscando algo en su bolso. Probablemente su estuche con incontables resaltadores de colores y post-it, había pensado Johnny, pues, el mayor no podía estudiar si sus incontables "herramientas de estudio", el menor apenas y contaba con un lápiz, un borrador y su cuaderno.

Alzó sus cejas con notable diversión. ― ¿Así que Moon Taeil tiene por tanto elegir que no está "muy seguro"? Oh, venga, lo lamentó, señor. ― Se burló, recibiendo rápidamente un golpe por parte del más bajo, justo en el hombro.

― Me refiero a que no estoy muy seguro de ir.

― Oh, por supuesto que vas a ir. ― Taeil rodó con ojos, finalmente sentándose en la mesa, extendiendo su mano para tomar el vaso con limonada que le había servido Johnny minutos atrás. Como todas las noches de estudio, él se encontraba en la casa de más alto, siendo ya ésta más como suya. Además, podía tener a la madre del menor a su alrededor mientras le ofrecía dulces y comida deliciosa, y eso, a Taeil le encantaba.

― ¿Tú con quién vas a ir?

― Contigo. ― Johnny sonrió ampliamente y allí, estuvo de nuevo ese sonrojo adorable, que claramente vino acompañado de un nuevo puñetazo contra su hombro, a lo que el más alto se quejó. ― ¡Tan agresivo!

― Si, si.

― ¡Hablaba en serio! Con Sunny quedamos en que nos veríamos allí. ― Taeil hizo un sonido de asentimiento antes de suspirar rendido, mirando a Johnny con obviedad pues, estaba claro que aún si no quisiera ir, sería arrastrado por su mejor amigo.

Y así, iba a ser.

afraid | johnilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora