afraid | johnil

05

Sus notas habían sido publicadas, los pasillos se encontraban vacíos. Taeil se encontraba mirando la cartelera de posiciones, su número uno intacto, sin embargo no tenía nada de lo que alegrarse. La nube sombría no se había movido de su lugar desde...

Suspiró con una sonrisa triste, llevando su mirada a los pasillos que tanto recorrió, donde ocurrieron tantas cosas, risas y conoció a tantas personas importantes.

Donde lo conoció a él.

No lo había visto desde aquél día en fiesta. Le encantaría tanto rebobinar. En ese instante, cuando Johnny preocupado le siguió hasta el baño, palmeó su espalda hasta que se sintió mejor, ayudándole luego a lavar su rostro. Cuando sus ojos se conectaron una vez más y el gentil tacto del más alto sólo causó una cantidad increíble de escalofríos.

¿Por qué era tan difícil si él...? Él sólo estaba enamorado, ¿qué había de malo en amar a alguien?

Mordió su labio, reteniendo todas aquellas lágrimas que había estado guardado a partir de ese día. Debía apartar de su cabeza esa visión. No podía, no sucedería.

Aunque dolía.

Dolía dejarlo atrás.

Caminó de regreso a la zona principal del colegio, mirando por última vez lo que tanto recorrió en toda la mayoría de su juventud, despidiéndose de sus recuerdos, despidiéndose de...

Sus pasos se vieron abruptamente detenidos, sus ojos captando la desolada figura del dueño de sus pensamientos justo al frente de sí. Johnny parecía no haber dormido en semanas, ¿acaso no lo había hecho? Su aura no era brillante, no, era sombría. Sus ojos le miraban con grandes dudas y dolores guardados tras sus pupilas avellanas.

Sus preciosos ojos avellanas.

― Escuche que...― Empezó a hablar, escuchando su grave voz temblorosa. ― Te irás a Busán. ― Taeil no pudo responder, en su lugar, sólo bajó su mirada; no soportaba ver al más alto de aquella forma.

Su cuerpo adquirió calidez en el momento en que el adverso rodeó sus cuerpo con fuerza, inclinándose lo suficiente para dejar sus rostro contra su cuello; respirando con fuerza en un intento de retener sus emociones, sin embargo, para el mayor no fue sencillo, pues dejó que todo lo que había estado reteniendo se desplomara a su alrededor.

Se iba.

Se iba y dejaba al chico que más había amado allí.

Dejaba a su mejor amigo.

A quién por miedo no pudo reclamar como suyo.

Quien le sostenía con tanta fuerza.

Se iba.

― No me dejes...― Escuchó al más alto susurrar.

― Perdón...

Fue lo único que pudo susurrar.

Perdón...

Porque no pudo ser lo suficientemente fuerte para enfrentarse al mundo.

Porque no pudo defender lo que sentía.

Porque no podía ver más esas sonrisas que sólo Johnny le daba.

Sus ojos.

La sensación de protección.

Y Johnny sólo quería sostenerse por una última vez al chico de sus sueños, sin importar que él lo apartara lejos una vez más.

FIN.