afraid | johnil

03

Miró al mayor con curiosidad, el cual recostado a su locker con semblante aburrido y uno que otro bostezo miraba su libro de textos. Bajó la mirada al café en su mano, y nuevamente al mayor que no se había percatado de su presencia, por lo que sin más, se acercó un poco más y apoyando su mano libre al locker, se inclinó a ver el libro en las manos del chico. ― ¿Qué estudias tan aburridamente? ― El contrario saltó en su lugar, girando rápidamente al dueño de la voz, el cual se encontraba tan peligrosamente cerca que pudo sentir sus narices rozar; tomando con aún más sorpresa a Taeil, el cual dio un par de pasos atrás y si no hubiese sido porque Johnny tomó su brazo, hubiese terminado sentado en el suelo. ― Hombre, ¿estás bien?

No lo estaba.

Su corazón palpitaba fuertemente contra su pecho y su nariz aun cosquilleaba debido al pequeño roce. Angustiado, miró a su alrededor con la esperanza de no haber llamado la atención, y agradeció que tan temprano en la mañana, todos estaban dentro de sus locker, en la cafetería o incluso en las instalaciones de afuera, por lo que prácticamente solo estaban ellos en esa área.

― ¡Me asustaste a morir! ― Se quejó, recomponiéndose y no dudando en golpear al adverso con el libro que había mantenido en su mano, el otro advirtiendo el golpe lo suficientemente rápido para cubrirse y soltar una carcajada.

― ¡Pero no hice nada! ― Dijo entre su risa, cubriendo su cuerpo con su brazo libre para evitar que el mayor decidiera dejar otro golpe cerca de su pecho. ― Toma, te regalo mi café, parece como si realmente lo necesitaras.

El mayor tomó lo que le ofrecía, preocupándose por un momento por lo que el adverso había dicho, ¿realmente se veía tan mal? Se preguntaba. La noche anterior no había podido dormir casi nada, su mente se había encargado de hacerle rebobinar momento que...

Se avergonzaba.

Porque todos aquellos momentos los había vivido junto al menor, y que volvieran a su mente en una película luego del abrazo que habían compartido antes de salir de su hogar tras la noche de estudios, ¿realmente podría? Fuera de todo el desastre, fuera de todo lo que les empujaba ¿realmente podría vivir sin él? Taeil mordió su labio inferior. Necesitaba calmar su corazón y su mente confusa, porque no estaba bien hacía donde se dirigía.

― ¿Tan mal me veo? ― Preguntó en voz baja, siendo de repente el vaso lo más interesante del universo y por eso, su mirada estaba allí clavada.

― Un poco, sigues viéndote muy guapo pero, realmente me preocupa que no hayas descansado bien. ― La voz de Johnny fue cautelosa y suave, casi como una caricia silenciosa a su cansado corazón, y con ello, sintió el gentil tacto impropio sobre su cabello. ― Has estado muy estresado por los exámenes, pero estarán bien, eres el chico más inteligente que conozco. Toma el café, te llevaré a comer antes de la fiesta.

Johnny... ¿por qué se siente tan correcto cuando no lo es?

Pero lo es, Taeil.