LA ERA VIKINGA ( segunda temporada )

capítulo 14

El aire resoplaba con fuerza contra las velas de los barcos haciendo que salpicara el agua y mojándolos de arriba a abajo mientras el cielo permanecía algo nubloso amenazando lluvias tormentosas cara la mar. Liv, que estaba con una pierna doblada apoyada en un escalón mientras se sujetaba con la mano en el mástil, observaba el horizonte fijamente después de varios días cruzando el océano para llegar al río que llevaba al centro en donde se encontraría por primera vez con los gigantes cara a cara. Ya tenía ganas de conocer el líder, sentía tanta curiosidad, que no dormía y apenas comía por los nervios. Unos nervios comunes en el estómago que solían tener todo el mundo cuando algo nuevo aparecía en sus vidas, algo común y normal.

Gyda se colocaba a su lado en silencio mientras la imitaba mirando en frente esperando la llegada de tierra. — ¿ Estás nerviosa ? — preguntaba al ver que después de varios minutos en silencio, no le decía nada.

— solo tengo ganas de llegar

— ¿ Estás preparada?

— ¿ Para qué?

— para lo que viene

Hacía mueca pensativa ante la pregunta. ¿ Estaba preparada? ¿ Podría con esto? No era algo que hubiera meditado mucho, se sentía tranquila, no pensaba temerosa en lo que pudiera suceder. Obviamente siempre estaba la duda, pero tenía esa intuición que le decía que ganaría de nuevo, no podía ir tampoco tan confiada, pero se sentía en calma ante eso. Por lo demás, algo de duda sí que tenía.

— bueno, preparada al completo no, pero segura, sí.

Gyda asentía — bien, porque ya veo como se cierran las aguas para llegar al río.

Liv parpadeaba para centrar la vista al punto que le señalaba y halló el agua como se unía entre dos partes de tierra convirtiendo el río de por medio. Cogió aire despacio, después de tantos días en la mar, ya tenía ganas de bajarse del Drakkar y enfrentarse a los gigantes que tanto temían todos, incluido Steinar.

Momentos más tarde, cruzaban el río en calma bajando las velas y solo escuchando el cantar de los pájaros y el movimiento de los remos al tocar el agua para seguir avanzando. Entre el silencio, no podía evitar pensar en su plan para llegar hasta Steinar que lo tenía entre ceja y ceja, quería venganza, quería darle con su propia medicina, pero primero debía conseguir aliarse con los gigantes, necesitaba esa alianza. Por desgracia y aunque tuviera quinientos guerreros, Steinar tenía aliados en donde si juntaba a todos los hombres, eran mil, los suyos no eran suficientes contra su ejército, necesitaba más, por lo menos cien o doscientos más y luego seguir con alianzas en otros poblados hasta conseguir la misma cantidad de hombres que él. Eso la tenía mosca, aunque estaba orgullosa de sí misma por conseguir un ejército, necesitaba más, quería más, quería tener a Steinar de rodillas suplicando por su vida después de haber torturado a sus hombres y sobretodo a Einar.

Llegaban a un estrecho en donde no podían cruzar los barcos sino era en línea recta, tenían que colocarse uno detrás de otro para caber por esa zona que parecía cada vez más pequeña. Pasaban por debajo de lo que parecían querer juntarse dos montes entre sí y que debajo de ello, era como si se los tragaran vivos. Daba miedo si se cruzaba de noche, al filo de esas pequeñas colinas rocosas, estaban puntiagudas dándole a la vista la mala jugada de parecer una boca con dientes afilados a punto de comérselos. Parecían de un color negro noche, que en realidad era una mezcla entre marrones y grises oscuros por las rocas y la hierva junto los árboles que daban a entender y dar esa sensación de ser devorados.

Horik que estaba tras el Drakkar de Liv, acompañado por Arvid, se miraban de reojo al tener el mismo agujero en el estómago al notar esa tranquilidad a su alrededor. Más bien, esa sensación la tenían todos, estaban con sus manos en la empuñadura de sus espadas, los arqueros preparados con flechas en mano y los arcos casi colocados en sus costados para ser rápidos por si eran atacados por sorpresa.