capítulo 18

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Los cristianos estaban en el bosque esperando la llegada de uno de los rastreadores del terreno que habían ido a inspeccionar la zona y para averiguar en donde estaban los poblados.
El nieto de Ivar, estaba toqueteando la tierra mojada bajo sus pies, acuclillado y pensativo. Años atrás, le comentaron en la iglesia, que su abuelo, era Ivar sin huesos. Lo llamaban así por múltiples razones, algunas ciertas, otras rumores. Decían que era por ser tullido, pero la realidad era que solo fue un poco cojo por una malformación, nada más. El apodo, era más bien por lo sádico que fue en sus tiempos de guerrero como vikingo, y como luego ayudó a los cristianos a ganar la guerra contra los suyos. Se enfrentó a todos sus hermanos. Björn y Sigurd, fueron los últimos en derrotar.

Hacía apenas poco tiempo, también se enteró de que un tal Ubbe, llamado así por su tío y líder de los gigantes del centro del Sur, era su primo, siendo hijo de Björn, pero también los rumores que no dejaban de llegar fuera a donde fuese, lo estaban martilizando día sí y día también. Liv, la domadora de lobos. Una vikinga muy joven, la cual, estuvo casada con un guerrero vikingo del norte llamado Dag, luego, se casó con un líder del sureste, Sindri, al cual, le arrebató su clan y sus tierras cuando éste estaba fuera de su poblado para saquear. Los rumores eran extraños e imposibles. Decían, que a su primer esposo, le arrancó su miembro viril de un bocado y luego se lo entregó a sus lobos para cenar. También decían, que a su lado, la aconsejaba y ayudaba una Seidkona poderosa, que gracias a ella, había conseguido ir por el buen camino como guerrera y líder, que ella sola consiguió obtener de sus aliados, que acabaran arrodillándose frente a ella para seguirla. Que en una ocasión, se metió en el cuerpo de sus hombres, su alma viajó hasta ellos y penetrar en sus cuerpos para darles más fuerza y por escapar de un secuestro, supuestamente de uno de los líderes sureños del oeste, Steinar, que también sabía de brujería, que la bruja y ella, mezclaron sus sangres y por ello le transmitió algo de su don para poder hacer ciertas cosas, para poder ser más fuerte, más poderosa...
¡ Tonterías ! ¡ Vejaciones! Columnias y mentiras que decían los pueblos vikingos para querer asustar a los cristianos. Todo aquello, eran rumores de viejos y mujeres asustadas para intentar que ellos no fueran y terminar con sus vidas.

Hizo mueca al oler la tierra mojada, podía notar el hedor que dejaban los caballos, incluso el mal olor de los vikingos que habían pasado anteriormente por ese mismo lugar. ¡ Malditos bastardos !
Los odiaba sin parar, pobres desgraciados que intentaban luchar contra ellos cuando no tenían nada que hacer ante las manos bendecidas por el señor. También se odiaba a sí mismo por portar en sus venas, la sangre de esos vikingos, ser uno de ellos, le producían ganas de vomitar. Aunque todos lo sabían, consiguió que lo respetaran, eso sí, bajo torturas y amenazas constantes, matando delante de ahora su ejército cristiano, a todo aquel que osara llamarlo vikingo.

Su historia tampoco fue un camino de rosas. Su madre vikinga, fue abusada de joven por un soldado cristiano el cual acabó muerto en batalla nada más y nada menos, por Sigurd meses después de encontrarlo.
Después de aquello, su madre lo entregó a los cristianos nada más nacer, no quería problemas por lo visto, vivía sola en una pequeña cabaña en el bosque, alejada de los suyos después de haber sido deshonrada por un cristiano, y al estar próxima a la frontera cristiana, decidió entregarlo nada más nacer.

Después, fue llevado a la iglesia en donde lo criaron las monjas y los curas, llevándolo por el bien camino del cristianismo. Para aquel entonces, ya desde bien pequeño, los soldados que buscaban ayuda en la fé, acabaron teniendo la idea de coger todos los niños huérfanos y entrenarlos para el combate.
Siempre estuvo cerca de la muerte. Siempre en batalla, desde la edad de unos ocho años. En su mente, solo cabía una sola posibilidad. Los vikingos, eran escoria, eran hombres andantes por la tierra enviados por el mismísimo Satanás para dañar la perfección creada por Dios, y eso, lo terminaría bien pronto.
Otro de los rumores que empezaba a oír recientemente, era que el abuelo de la domadora, era Sigurd, eso significaba, que si todo era cierto, él era su tío.

LA ERA VIKINGA ( segunda temporada ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora