Repite

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Caminar hacia el altar al lado de Ches era la realización de todo lo bueno que Glam podía imaginar. Se sentía cálido y lleno de euforia. Aunque quizá eso era efecto colateral del alcohol que habían estado consumiendo unas horas atrás.

Ni siquiera importaba que el lugar dónde la ceremonia se estaba llevando a cabo no fuese más que una especie de "capilla" improvisada. Si es que se le podía llamar así, pues estaba ubicada en los vestidores de un bar en el cual habían tenido una tocada y consistía en una pila de chatarra coronada con la carátula de un álbum de Twisted Sister.

Y si, quizás el honorable ministro que oficiaría la ceremonia no era más que Brian, su baterista, usando un papelito a modo de corbata; pero ninguno de esos pormenores era importante para Glam.

Independientemente de las circunstancias, estaba uniendo su vida a la de Ches. Eso era suficiente.

—Bien Ches, sólo faltas tú y quedarás unido a tu Guittarista Paganini— dijo el ministro con una voz solemne y un poco arrastrada.— Repite después de mí.

Ches, con una sonrisa que sólo podía significar problemas, dijo:

—Después de mi.

El ministro Bri rodó los ojos con violencia para después clavar la vista en Glam, quien trataba de no reír.

—¿Estás seguro de que quieres casarte con este?

Glam lo miró: La sonrisa incompleta, postura relajada, el cabello alborotado y esos ojos que decían más de lo que aparentaban a prima vista. Sintió un vuelco en el estómago al tiempo que levantaba la cara para contestar.

Jamás antes había estado tan seguro de mis decisiones como ahora. —Dijo.

No podía dejar de sonreír.

Bri soltó un suspiro. Estos tortolitos lo volvían loco, en el buen sentido.

—Entonces que lo que la música unió, no lo separe el hombre. Yo los declaro marido y marido. Pueden besarse.

Glam no perdió el tiempo y se lanzó a los brazos de su ahora esposo. Este lo recibió con gusto, juntando sus cuerpos. Estaban hechos el uno para el otro.

Mientras Glam capturaba entre los suyos los labios de Ches, le llegó a la mente el recuerdo de la última vez que vio a su padre. Pensó en cómo lo había obligado a elegir entre la basura y la familia. Con Ches entre sus brazos y las risas de sus amigos resonando en los oídos, supo que había tomado la decisión correcta.

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¡Hola!

Me disculpo por dejar este libro tan abandonado, el cuatrimestre no fue nada fácil para mi y me dejaba sin muchas ganas de sentarme a escribir. Lo siento mucho.

Este pequeño Drabble lo ice como parte de una actividad del grupo Motín Fanficker en Facebook. c:

Gracias por leer~
Ciao!

We're not gonna take it!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora