2- Nadando entre sospechas

625 88 6
                                    

Segundo capítulo! Este es un poco más corto, disflutadlo!

---

Cherry dejó los cables dentro del maletero, y con cansancio cerró la puerta.

- Uf, menudo día- Resopló mientras se alisaba la camisa con cuidado.

Armando la miró. Hoy la chica parecía tan molesta como inquieta. Por un momento pensó que tal vez la tortura la había afectado, pero al instante lo descartó. "La llamada" pensó de golpe.

- ¿Quién te llamó antes? - Preguntó curioso.

Cherry dio un salto. ¿Cómo era posible que Armando la pudiera leer tan fácilmente?

- No fue nadie importante.

Una sonrisa victoriosa se esparció por el rostro de Nadando. La había pillado.
Pero la satisfacción de su mini triunfo duró poco. Ya que su mente le formuló otra pregunta "¿quién tenía la capacidad de poner así de nerviosa a Cherry?"

- Deberíamos irnos al mecánico a trabajar. Tú ya tienes la info y Yun ya se ha encargado de hacer su parte. Aquí ya no hacemos nada - Cherry miró al grupo de hombres que hablaban al otro lado del hangar -. Por cierto, ¿quién es Wilson?

Nadando dirigió una mirada hacia el del pasamontañas negro.

"Cherry nunca había preguntado por nadie anteriormente" pensó Armando. Al instante decidió apartar ese pensamiento de su mente. "Seguro no es relevante, solo son los celos, centrate".

Y es que llevaba unos días que el francotirador, no pegaba ojo pensando en la pelirroja de nombre (Y/N).
Después de que la chica se le declarara de forma inesperada, para que negarlo, él decidió dejarlo en que se irían viendo. Tal vez algún día irían a hacer el café o una cena, pero lo mejor era no entrar en relaciones. Él lo tenía muy claro, relacionar el trabajo con la vida personal no era buena idea.
Pero por mucho que lo intentara negar, los ojos claros de la chica no hacían más que atraerlo como un imán.

- Wilson es un nuevo fichaje -. Respondió, esperando que así se le aclararan las ideas.

- ¿Es de confianza?

- Ya te digo, el muy loco pasó la prueba de disparar a Conway.

Ese nombre sobresaltó a la chica.
- ¿Cómo que disparar a Conway? - Preguntó como si no lo hubiera entendido bien y con los ojos abiertos como platos.

-¡Lo que escuchas! El tema es que el muy loco incluso pidió más cargadores cuando vio que no había balas-. Nadando encontraba divertida la escena. Así que dejó ir una de esas suaves risas suyas que hubieran hecho derretir el corazón de Cherry si no fuera por que tenía la cabeza a otro lugar.

El culpable de la nube de pensamientos que envolvía su mente era el que había llamado a la chica en medio de la tortura, era el que hacia que llevara días sin poder pegar ojo, ese, era Jack Conway.
Cherry intentó sacarse ese nombre de la cabeza. Sabiendo que Nadando era muy perceptivo, decidió meterse en el coche antes de que él notara su nerviosismo e empezara ha hacer preguntas.

- Nos vemos en el mecánico, en poco empieza mi turno - Le comentó (Y/N), y con esto le dejó allí plantado, con el tema de conversación a medias y con las palabras en la boca.

Pero ya era demasiado tarde, Nadando y todo el mundo ya habían notado el cambio de humor de la chica.

-----

(Y/N) llevaba ese mono verde tan cómodo que le habían dado al subir de posición laboral.
Después de reparar una moto que había quedado hecha añicos por un choque y varias horas de arduo trabajo, vió que su turno había terminado.

Ya era tarde y la noche había caído sobre la ciudad de Los Santos. Muy poca gente se encontraba dentro del taller, el último cliente se había marchado unos segundos atrás y los pocos mecánicos de servicio estaban en la sala de descanso tomándose un café y hablando de irse a tomar unas copas.

(Y/N) decidió salir de allí, necesitaba tomar el aire y el olor a aceite no la ayudaba a aclarar su mente.
Así que rodeada de esas intensas bombillas que iluminaban el mecánico y la tenue brisa de verano, salió por la inmensa puerta de hierro.

Después de unos segundos afuera, mirando las estrellas y bajando su guardia, (Y/N) decidió mirar su Twitter.

"Esa napia podía haber hundido el Titanic" Leyó (Y/N).

¿ Cómo era posible que Jack estuviera siendo tan... idiota e infantil? La rabia volvió a apoderarse de ella, la misma sensación cuando estaba por torturar al imbécil ese le subió por el pecho.
Con rencor y remordimiento estrujo el móvil. Pero no pudo ni llegar a soltar una lágrima cuando alguien la interrumpió.

-Danielle.

El corazón de Cherry se paró. Hacia siglos que no escuchaba ese nombre y aún menos dicho por esa persona.
Como si no quisiera enfrentar la realidad de su presente, alzó la cabeza muy lentamente.

Ahí estaba, Jack Conway, con su traje de superintendente. Las sombras caían sobre su cara y la luz de la luna le resaltaba esos ojos tan calculadores pero inundados por un leve toque de nostalgia que la observaban.

- ¿Qué quieres? - dijo (Y/N) sin saludar y de la forma más cortante posible, mientras daba un paso atrás inconscientemente y devolviendo el móvil a su bolsillo.

- Tenemos que hablar muy seriamente.

-----

Armando había terminado su turno de mecánico jefe. Hoy Tonet había estado tan pesado y divertido, como Gines tan inocente como siempre. No había sido el día más interesante, pero al menos nadie había terminado en federal y la policía no había hecho acto de presencia a tocar los cojones.

Así que había sido un buen día, hasta que giró la gran puerta de los mecánicos.

Allí, en una esquina estaba Cherry, hablando, mejor dicho debatiendo, con alguien.
Armando no podía ver quién era esa persona, ya que un enorme muro de bloques de cemento le estaba tapando la visión, pero lo que si podía ver, era a una Cherry cabreada y asustada la cual intentaba deshacerse de quien fuera que estuviera peleándose con.

Sin pensárselo dos veces, y haciendo caso a su corazón, Armando empezó a correr dirección a (Y/N), sin pensar las consecuencias que podría desatar su acción.

Cuando llegó al lado de la chica, instantáneamente reposó su mano en el hombro de esta, como siempre hacía, con la intensión de protegerla. Ella lo miró con sorpresa, pero antes de que pudiera decir su nombre o decirle que no pasaba nada que podía irse, Armando ya había visto al contrario. Y no le gustaba nada.

-¿Cownay? - pregunto Armando enfriando su mirada y apretando un poco el hombro de la chica.

---

Gracias por leer el segundo capítulo! Espero que no se les haya hecho tedioso 😣♥️🙏

Nadando entre torturasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora