Nadando entre torturas

3 - Nadando entre corazones

Capítulo meloso no lo siguiente. Este capítulo es más azucarado y dulce que el mismo Horacio. El final les va a sorprender ;)

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- ¿Qué está pasando aquí?

El aire se enfrió de golpe. Los tres adultos parecían estar teniendo una batalla mental. Ninguno decía nada, solo se observaban y esperaban que alguien hiciera el primer movimiento.

Jack había notado como el jefe de los mecánicos Armando Grúas, alias Nadando, seguía reposando su mano en el hombro de su hija. Él sabía que no era de su incumbencia, y que después de todo lo que pasó, no tenía el derecho a opinar. Así que no dijo nada y esperó que la muchacha hablara.

Por otro lado Armando decidió no hacer nada, solo observar. Sabía que Cherry era fuerte, y que podría enfrentar lo que fuera que estuviera pasando ella sola. Además, parecía que la chica necesitaba ese momento para ella y Conway sin que nadie se interpusiera entre medio.

- Bueno tenemos que irnos, que ya es tarde - Dijo Cherry mientras agarraba la mano de Armando y se giraba por irse.

- Espera Danielle - Respondió Conway una última vez.

(Y/N) paró en seco, solo para darle una oportunidad más a su padre. Armando, aún notando la temblorosa mano de la chica cubriendo la suya se limitó a seguir sus pasos.

- ¿Al final cuál es tu respuesta? - Dijo Conway sin un atisbo de emoción.

Armando notó como la mano de (Y/N) empezaba a apretar la suya, en busca de confort. Él le devolvió el gesto, para que supiera que estaba con ella fuera lo que fuera que estaba pasando.

- Mi respuesta es no Conway. Y por favor ese ya no es mi nombre, deja de llamarme así.

Como si no necesitara escuchar nada más, el superintendente cogió su móvil, marcó un número, el cual era de asuntos internos, y se fue por donde había venido.

Cherry dejó ir un pequeño sollozo justo cuando una lágrima caía por su rostro. Con cuidado se deshizo de la mano de Armando, solo para poder retirar la última lágrima que había jurado derramar por su pasado.

- Que pasa (Y/N) - Preguntó el francotirador con genuina preocupación, mientras encaraba a la chica para verla mejor.

- Nada, ya no es nada - Respondió la chica mirando al contrario con sus ojos cristalinos - Ese tema ya está zanjado.

Un pequeño sollozo salió de su garganta. Nadando, incómodo al contacto tan íntimo con otra gente, se acercó a ella. Con cuidado recorrió los brazos de Cherry y delicadamente la abrazó.

(Y/N) ni sabía lo mucho que necesitaba un lugar donde refugiarse, sentirse segura, hasta que el mecánico la abrazó. Entre los brazos de Armando había encontrado un lugar de consuelo que nunca en su vida había imaginado que encontraría, un lugar donde sus emociones podían brotar sin que nadie la juzgara.

- ¿Explícame que ocurre? - Susurró al lado de su oreja. Ya que Nadando era un poco más alto, su cabeza estaba apoyada encima de la de la chica.

- Conway me ha propuesto algo - Susurró (Y/N) deshaciendo un poco el pequeño abrazo.

Las estrellas danzaban en el negro infinito, resplandecientes y Armando podía ver su reflejo en los ojos de la chica.

- ¿Que te ha propuesto ese viejo? ¿Ser su pareja o qué?- Dijo con una tímida sonrisa.

En un instante toda la cara de (Y/N) se volvió roja como un tomate, pero fue sustituida por una ligera y jovial risa. La cual inundó el aire junto con la de él.