Capítulo 2

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Al día siguiente, en las cercanías de Andorhal.

El grupo, que para disgusto de Natsu, era liderado por Arthas, observó que había una especie de seguidores de el nigromante que habían visto antes, estos estaban haciendo algo extraño en una mina.

-¡Miren, son los sectarios que estaban con el nigromante! ¿Qué le están haciendo a la mina?- Se pregunto Jaina al ver lo que hacían.

-¡Será mejor no esperar a averiguarlo! ¡Al ataque!- Ordenó Arthas, lanzándose junto a sus hombres al ataque.

-¡Espera!- Trato de detenerlo el pelirrosa pero ya era tarde, el rubio y sus hombres ya habían ahuyentado a los sectarios, haciendo que Natsu diera un suspiro de frustración.

-Perdonalo, el es así- Le dijo Jaina al hijo de Igneel.

-Es más impulsivo que yo... Y eso dice mucho- Respondió Natsu para que después el y Jaina se acercarán también.

-Establescamos aquí el campamento base, con todos esos sectarios rondando por los alrededores, preferiría no adentrarme ahí sin contar con refuerzos- Le dijo el príncipe de Lordaeron a sus hombres.

-No podría estar más de acuerdo contigo- Le dijo Jaina a Arthas.

-Yo me preocuparía más de los muertos vivientes que de los sectarios- Dijo Natsu en voz baja, sabía que los sectarios no serían problema, los muertos vivientes eran tema aparte.

El pelirrosa decidió ayudar a los hombres de Arthas a construir la base, estos agradecieron enormemente el gesto del Dragon Slayer y se sorprendieron por la fuerza del chico, pero gracias a eso, en pocas horas la base ya estaba terminada.

-Así está mejor- Dijo Arthas al ver la base ya terminada.

-¿Cuál es el plan?- Le pregunto Jaina al príncipe de Lordaeron.

-Hay que investigar el lugar- Le dijo Arthas a la hechicera.

Jaina iba a decir algo más, pero se dio cuenta de algo.

-¿Dónde esta Natsu?- Se pregunto la Maga del Kirin Tor al no ver al pelirrosa.

Arthas se molestó al no ver al hijo de Igneel.

-Ese idiota va a hacer que nos maten a todos- Dijo Arthas con molestia, pensando que Natsu había hecho alguna estupidez, aunque internamente lo agradecía, ya que podría estar el sólo con Jaina.

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Con Natsu.

Los sentidos mejorados del pelirrosa lo habían llevado a un campamento de los muertos vivientes, cosa que sorprendió al mago de fuego.

-¿Esas cosas pueden construir edificios? Mejor me olvidó de eso y me desahogo de ellos cuanto antes, puedo ver la entrada al pueblo detrás de ese lugar lleno de esqueletos- Dijo Natsu, viendo como la entrada hacia Amdorhal era bloqueada por ese campamento.

El pelirrosa no dudo ni un segundo para empezar su ataque.

-Karyuu no Houko!- Exclamó Natsu, lanzando un torrente de llamas contra uno de los edificios, destruyendolo y llamando la atención de los sectarios que estaban ahí.

-¡Nos atacan!- Grito uno de los sectarios, mientras varios muertos vivientes se lanzaban a atacar al pelirrosa.

-¿También hay sectarios? Bien, ustedes serán una buena fuente de información... Karyuu no Tekken!- El pelirrosa rodeo sus puños de fuego y empezó a golpear a los muertos vivientes para acabar con ellos, mientras los sectarios trataban de escapar.

Warcraft: Dragon HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora