•|Chapter 7|•

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人形 [Ningyō] Muñeca_Japonés

El olor a cigarro y a incienso se entremezclaban entre ellos, dando al ambiente un aire caótico con sensación de ahogo. Pero aquellas dos personas hablaban pausadamente sobre lo que recién era noticia en toda la red de mafia de Asia y Europa. La anciana poseía en su casa de estilo japonés un espacio delicado al habla. Aquellas paredes no hablarían por mucho que se lo pidieran hasta el más alto rango. El joven dejó su cigarrillo descansando en el lujoso cenicero de cerámica mientras escuchaba con atención las noticias de aquella mujer ancestral.

-Dimitry Rascalov ha muerto, mis 人形
[Ningyō] se han encargado de todo- La mujer tenía una agradable colección de chicas que representaban sus extremidades en el mundo exterior. Aquel varón de aspecto asiático volvió a tomar un poco de nicotina mientras observaba las fotografías esparcidas por la mesilla del té. Había mucha sangre en ellas, además de Dimitry Rascalov, se observaban dos cuerpos más que no pudo reconocer debido a la lejanía. Yoshida pidió a sus guardias que trajeran el dinero y lo depositaran en la mesa. Una buena cantidad de millón y medio aparecieron delante de los ojos de la anciana.

-Entonces supongo que Kim Jenny está desprotegida- Dos 人形
[Ningyō] de acercaron a retirar de la mesa el maletín que contenía la recompensa - ¿No piensas contar el dinero? - La mujer miró a Yoshida con su típica sonrisa afable.

-No debes asumir tan rápido la victoria, Yoshida…y no, no pienso contar el dinero, tengo demasiadas arrugas para estar molestándome por cosas de jóvenes llenos de vida.

[…]

Una vez los pasos de tacón fino desaparecieron del lugar, esperó un total de 15 minutos por si no había algún tipo de retorno. Observó tres impactos de bala en su torso y no dudó en quitarse aquellos molestos cuerpos intrusos para después observan los daños en los otros cuerpos. Dimitry Rascalov era el de peor condición, dos impactos de bala en el pecho, tres en las piernas y uno en la frente. Al otro lado Max Black parecía convulsionar por una bala en la garganta. Se decidió por el más vivo de los dos, sacando la bala que le ahogaba y recitando versos en latín para sellar la herida. Unos minutos después Max estaba consiente, pero sin mucha fuerza para levantarse del suelo. Decidió ignorar su fragilidad y comenzó la ardua tarea de volver a salvar a Rascalov. Mismo procedimiento diferente dificultad, temía que todo se fuera por la borda al no tener respuesta de Dimitry, era como arrebatarle un cuerpo a Dios y estaba resultando un poco arriesgado.

Dimitry no sabía si viajaba en su subconsciente o es que ya había muerto camino al infierno. Se sentía en una especie de vacío sin posibilidad de moverse, existía el calor de un tacto, pero no tenía idea de dónde provenía, quizás de su madre o Jenny. La realidad era que estaba muy caliente. Supuso que su mente le estaba enviando mensajes de aspecto icónico. Algunas imágenes invadieron su espacio, los brazos de un hombre le abrazaban, besaban sus labios y sonreía. Lo que no entendía era el sentimiento mutuo que ambos se profesaban ¿Quién era aquel chico de labios gruesos y mirada galáctica? Le entregó una especie de collar de talle alto con una decoración bastante particular. Simplemente raro y difícil de asimilar.

-Joder…no te hagas de rogar estúpido humano- A punto de perder la fe y probablemente su autoestima. Un desorbitado Dimitry abrió los ojos a lo que sería su nueva vida. Cansado de su esfuerzo y sin mucha energía le dejó su cuerpo en manos de aquellos dos individuos con la esperanza de que le sacaran de allí.

Ambos amigos se fueron reincorporando de a poco ꟷGracias a Danteꟷ y pasaron un total de 5 minutos para recordar lo que había sucedido y como es que aún estaban vivos. El móvil sonó nuevamente en sus manos, atendió la llamada al ver el remitente. Nadie dijo palabra.

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