#8 Aceptación/Peligro.

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Narradora.

- Tsubasa, explícame cómo es que Sanae está embarazada.

- Mamá.

- Tsubasa yo confíe en tí nunca pensé que serías capaz de hacer tal cosa y encima de todo dejar embarazada a Sanae.

- Mamá lo lamento no fue mi intención traicionar tu confianza pero yo amo a Sanae y no pude evitar que eso sucediera. . .

- Cariño no está mal que tengan relaciones pero son muy jóvenes para eso y más para ser padres!

- Estoy dispuesto a todo por ella.

- ¿Qué quieres decir?

- Tomaré la responsabilidad.

- ¿Vas ha hacerte cargo de ella y de su hijo?

- Así es, ella es la mujer que quiero y más ahora que lleva una vida dentro suyo.

- Tsubasa. .

- ¿Me vas apoyar?- Le preguntó a su madre.

- Hijo yo.

- Responde mamá, necesito tu respuesta.

- Necesito pensarlo primero, no puedo darte una respuesta sin antes pensarlo bien ¿Entiendes?

- Okey, puedes tomarte el tiempo que quieras para pensarlo yo esperaré, seré paciente.

Tsubasa mientras fue a visitar a Sanae, ambos se reunieron para conversar sobre el tema.

- ¿Y? ¿Que te dijo?

- Lo va a pensar ojalá que me apoye.

- Todo se debe a mí es todo mi culpa, Tsubasa perdóname no quise jamás causarte un problema con tu madre.. si tan sólo yo hubiese pensado en lo que hacía nada de esto hubiera sucedido.

- No, no eres culpable de nada-
- Espera ¿Te arrepientes?

- Un poco... ¿Y tú?

- Yo no.

- Pero no ves todo lo que ocurrió por eso?

- Sanae respóndeme algo
¿Tú me amas?

- Tsubasa

- Contesta.

- Sí, te amo muchísimo.

- Y decidiste entregarte a mí por amor ¿No?

- Sí pero.

- Ya ves? Yo igual siento lo mismo por tí y lo que hicimos fue por amor, únicamente por eso.

- Sí pero igualmente tengo dudas.

- Sobre qué dimelas y te ayudaré.

- Sobre él.- Dice colocando sus manos sobre su abdomen.

- Con Kisugi suelto no creo que estemos seguros.

- Pero vives con Yayoi no creo que les pase algo estando allí.

- Aún así sé que te dije que estaría tranquila pero de todas maneras y por más que lo intente no logro estarlo, se me complica demasiado.

- Tienes que tomarte alguna pastilla para los nervios entonces tal vez eso te ayude.

- Supongo. . Gracias por venir a visitarme.

- De nada.- Tsubasa llegó en la noche a su casa.

Encontrando a su madre tomando un café.

- Buenas noches mamá.- Dice Tsubasa acercándose.

- Hola hijo.

- y mamá sobre lo de esta tarde
¿Ya pensaste en eso?

- Sí.- Dijo seria.

- Dímelo todo.

- Tsubasa.- Tsubasa cerró sus ojos esperando lo peor.

- Cuentas conmigo.- esas palabras lo relajaron muchísimo.

- Tú y Sanae tienen todo mi apoyo y los ayudaré en todo.

- ¡Gracias mamá!- Exclamó alegre y la abrazó ambos están muy sonrientes.

Sanae .

Recibí una llamada de Tsubasa, me contó que su madre nos dará todo su apoyo y ayuda, eso me hizo sentir mejor de lo que estaba. Unos golpes a la puerta captaron mi atención.

- Tsubasa dame un segundo.

- Claro.- Me dirigí a la puerta, al abrirla me encontré con la persona que más ma ha dañado en mi vida, Kisugi, le quise cerrar la puerta pero lo impidió atravesando su pie, la volvió a abrir de un empujón,. No quise hablar es que simplemente la voz no me sale.

- ¿Cómo estás mi amor?

- . . .

- He venido por tí.- De su espalda sacó un cuchillo, que tiene un líquido rojo sobre el metal,.

- Kisugi..- Fue la única palabra que emití, intenté correr pero él es más rápido y me agarró de mi cabello jalandome del mismo.

- No eres más que una perra.

- Basta..

- ¿Te digo algo? Me he masturbando varias veces pensando en tí.- Dijo mientras pasaba su cuchillo por sobre mi blusa..

- ¿Sanae?- Como si de un milagro se tratase escuché la voz de Yayoi, eso me alivió.

- Déjala.

- Tú no me das órdenes, y será mejor que no te metas.

- Maldito, si no la sueltas me encargaré de hacer de tu asquerosa vida un infierno.

- Eres tan estúpida.- Kisugi me soltó y me dió una bofetada que me dejó mareada apenas si podía ver cómo se acercaba a Yayoi.

- Ya me tienes harto, y te enviaré directo al otro mundo.

- Que-

- No..- Dije con hilo de voz, Kisugi la apuñaló en el estómago, por favor Dios que alguien nos ayude..

No me golpees más... -  CTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora