Mensaje

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29 de febrero. Despierto aturdida, reviso mi celular, me encuentro con un buenos días de Lucas a las 6:00 a.m. Hablamos tranquilamente, me contó un poco de como estuvo el campamento cuando me fui, ambos estábamos evitando el tema de anoche. De repente...

Lucas: Creo que tengo algo que decirte algo respecto a lo de anoche.

Emma: No es necesario, hay que dejarlo en el pasado. Olvídalo. 

Lucas: No.. quiero decirte que yo también siento lo mismo por tí, solo que como sabes.. acabo de salir de una relación y no me siento listo para estar ya en una.

Emma: Lo entiendo Lucas. No quería decírtelo por eso, necesitas una amiga, no una novia.

-A la siguiente semana, regresamos a clases y ahí estaba él, pasando la puerta con su cabello liso, negro y su perfecta sonrisa. Su mirada se dirigió hacía mi. Se vino a mí una sensación extraña en mi estómago. Justo entendí que era cierto lo que hablaban sobre las mariposas en el estómago porque es justo lo que siento al verte. 

Toda esa semana pasamos juntos como era de costumbre, hasta que las cosas empezaron a cambiar. Él me daba los buenos días y buenas noches todos los días, me decía preciosa o me abrazaba más de lo normal. Incluso, nos dedicábamos nuestro insomnio. Así eran todos nuestros días. Risa tras risa, desvelándonos, hablando, haciendo videollamadas por la noche cuando él recién se acababa de ir de mi casa. 

En una de las ocasiones que vino a mi casa, estaba acostado en mi cama porque se sentía mal y yo me senté a su lado, haciéndole piojito. Me quedó viendo y dijo:

Lucas: Eres preciosa. 

-Me sonrojé- y recuerdo que me quedé callada mientras el me acariciaba la mejilla viéndome fijamente. 

Así como cambiaron las cosas, cambié yo, si él por alguna razón no podía venir a mi casa o lo cambiaban de grupo para hacer tareas, me sentía incompleta, sentía que faltaba una parte de mí y sí.. esa parte eres tú, solo que aún no lo comprendía en ese momento. 


Caminos cruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora