Libertad

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Podría decir que la relación estuvo mucho tiempo más de esa forma pero no fue así.

Un día, cuando Santiago regresó de su trabajo. Decidimos hablar, expresamos que ya no nos sentíamos cómodos en la relación y que la mejor decisión sería darle fin. Fue una ruptura fácil, ya que estábamos mal desde antes, era algo que se esperaba, solo era cuestión de tiempo. Al principio fue doloroso, pero con el tiempo me fui preparando para ese momento, así que cuando llegó solo sentí, libertad.

Libertad porque me sentía en una cárcel. De la cual ustedes dirán, Si te sentías así, ¿Por qué seguías ahí? les diré, no es lo mismo verlo o pensarlo que vivirlo.

Decidimos ponerle fin a la relación. Y al momento de hacerlo, él me eliminó de las redes sociales, cosa que me pareció extraña ya que fue una ruptura de mutuo acuerdo y amistosa. A los minutos, una amiga me manda que había subido en Instagram una fotografía con otra mujer con una descripción romántica. No hay que ser inteligente para saber que eso que se tenía con esa mujer no era nuevo, era algo que se tenía desde que estaba en la relación conmigo. Me enfadé tanto que no pude contenerme y mandarlo al infierno una y mil veces por mensaje. Él trató de llamarme y calmarme, pero no fue efectivo. Al final, se fue la energía eléctrica y ya no tenia internet para seguir diciéndole cosas. Gracias EEH, por fin haces algo bien. 

Durante días trató de hablar conmigo pero no lo permití, ni leía sus mensajes. Decidí contactar a la mujer con la que decían que la engañaba conmigo y efectivamente, era así. Él la buscaba andando conmigo y luego solo le dejó de hablar como si nada. 


Caminos cruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora