~Primera pesadilla

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Mientras su madre era investigada por la policía tras el asesinato de su padre, Lyla tuvo que permanecer durante 2 largas semanas en el hospital, siendo observada por diferentes doctores, más bien, psicólogos. Analizaban diariamente el comportamiento de la pequeña, que según ellos no tenía muchas variaciones y era normal que por el estado de shock en el que se encontraba no hablara, se decía que tenía un Trastorno de estrés postraumático y era cierto pero solo los primeros 2 días, ya que la noche del día 2 ocurrió lo siguiente...

//En el hospital//

Lyla había tenido problemas para dormir el día anterior, no paraba de pensar en la escena tan impactante de su padre siendo apuñalado por algo que no podía recordar y los doctores no ayudaban a olvidarlo pues, estaban constantemente preguntándole qué es lo que había ocurrido esa noche y había decidido contarles al día siguiente. Entonces, se preparó para dormir y al acostarse en la camilla que los doctores le habían preparado cayó profundamente dormida.

~Narra Lyla

Me encontraba en mi cuarto, estaba todo totalmente oscuro exceptuando una pequeña lámpara con forma de perrito que adornaba la habitación, según me decía mi papá era para espantar a los monstruos de la noche y así podía dormir tranquila. Miré hacia la ventana y ví algo extraño, era una sombra en la que poco a poco podía ver cómo se convertía en la cara de mi papá, corrí hacia la ventana pero cuando la abrí ya no estaba. 

Luego de eso, escuche que se abría la puerta, me giré para ver quien era y era mi papá, comencé a caminar hacia él lentamente y veía en su pecho el cuchillo que aquella sombra esa noche había clavado en él. Sangraba muchísimo y manchaba todo el piso con su sangre y seguía apoyado en la puerta. Me observaba, con una mirada de tristeza. Cuando pude acercarme, acarició mi rostro con su mano luego cayó al piso. Iba a ayudarlo y me di cuenta que ya no estaba ahí, miré a todos lados y estaba sentado en mi cama, me hizo una seña para que fuera a sentarme a su lado, seguía teniendo el cuchillo en su pecho, pero éste ya no sangraba. 

- Papi, ¿Te duele?- Pregunté sentandome en una orilla de la cama.

- No mi amor, ya no duele- Me dijo con un tono muy dulce y acariciando mi cabeza- ¿Cómo está tu mamá?- dijo haciendo una mueca de tristeza.

- Se la llevaron, creen que fue ella, pero yo se que no y voy a decírselo a la doctora por la mañana. Es muy linda ¿La viste?- Estaba decidida y ya quería ver a mi mamá.

- Si, si la vi, te trata muy bien ¿No es así?, pero no debes decirle a nadie lo que pasó esa noche ¿Entiendes?

- Está bien papi, ¡Lo Prometo! -Dije un poco triste, lo miré a los ojos- ¿Vas a quedarte?

- No bebe, pero vendré a visitarte diariamente ¿Te parece?- Me extendió los brazos para que lo abrazara y luego se dirigió a la puerta.- 

Cuando el se dirigía a la puerta noté que estaba sangrando nuevamente, dejó la puerta abierta y corrí hacia ella con la intención de alcanzarlo y darle un abrazo, le grité ¡Papi! y cuando este se dio la vuelta tropezó con las escalera y cayó. Observé la escena desde la segunda planta y allí estaba él, su rostro se veía deformado como si lo hubiesen cortado varias veces y sangraba de estas. Comencé a llorar y a gritar para que alguien lo ayudara, yo no me atrevía a bajar las escaleras. 

En ese momento comencé a escuchar una voz muy dulce y sentía como me agitaban.

- ¡Lyla! ¡Despierta linda, es solo una pesadilla! ¡Lyla! -Era la doctora Lucy intentando despertarme.- ¡Lyla! 

Me desperté de golpe, estaba llorando y temblando, abracé a la doctora y esta me preguntó si me encontraba bien, me limité a asentir y la doctora volvió a abrazarme.

~Narrador Omnisciente

Lyla, no dijo ni una sola palabra después de ese acontecimiento, solo se limitaba a decir sí o no con la cabeza cuando le preguntaban si quería comer o ir al baño, ya que había prometido a su padre no comentar nada de lo sucedido, por tanto, los doctores diagnosticaron a la niña con trastorno de estrés postraumático pasando por alto un detalle, pues en momentos en que la pequeña no era observada, miraba a un sillón de cuero que estaba frente a ella y conversaba con su padre, cosa que los doctores no notaron pues en primer lugar su padre estaba muerto y segundo nadie la vio hacerlo.

Las pesadillas de LylaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora