🍒;;↳ ❝ ¡ten! ❞

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Las reuniones entre continentes ya habían terminado, dichas juntadas no era necesario que vaya el país porque no se hablaban de temas de suma importancia, era más bien para conversar entre sí. En el salón de América, los diferentes representantes se despedían para volver a sus territorios, USA notó que su pareja no vino y solo estuvo un representante; Tucumán –sí, su provincia más pequeña estuvo allí–.

Había sido una charla muy animada, el argentino tenía buenos temas de conversación y sacó a más de uno una sonrisa, hasta el amargado de Bahamas rió.

México esperaba en la salida del salón, debía irse con Estados Unidos y Canadá para comprar algunas cosas. Cuando ya estuvieron listos, alguien llamó al estadounidense y de la sala de Europa venían Argentina y Francia.

Pero había un pequeño detalle, el atuendo que usaba el sudamericano había sido escogido por el buen gusto del francés –sabiendo que él tiene un gusto por hacer y escoger vestimentas que resalten–.

El canadiense y el mexicano vieron de arriba hacia abajo al portador del sol y le comentaron al USA lo bien que lucía, éste no les hizo mucho caso y les pidió que lo esperen afuera.

—¡bebé! mirá lo que tú papá me dió—. dijo muy alegre dando una vuelta, el pantalón de mezclilla resaltaba de maravilla sus curvas y la camisa a cuadros combinaba con su piel. —¿te gusta?—. preguntó dando un chasquido con sus dedos porque el norteamericano miraba directamente su caderas. —eu, mis ojos están acá arriba—.

—oh sorry, you look very good, darling—.

Argentina sonrió, Francia se acercó al latino y le susurró algo al oído por lo que Estados Unidos los vió con extrañeza.

—Au revoir, mon petit—. se despidió el francés y los dejó solos.

—amore mio, ¿quieres dar un paseo?—. el más alto asintió, luego les avisó a su hermano y a su amigo que no podrá acompañarlos hoy. Pasear con su novio es algo que no puede negar.

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Habían llegado hasta un parque, estuvieron dando vueltas por varios lugares del centro, después de todo no importaba el rumbo sino disfrutar la compañía del otro. Argentina caminaba sobre la orilla de una fuente, haciendo equilibrio y luego fingir que se caí solo para terminar en los brazos del estadounidense.

—hey honey, would you like to go skating?—. el sudamericano se mostró confundido y extendió sus brazos para que USA lo sujetara de la cintura y lo baje.

—¿patinar? ¿patinar cómo?—.

El anglosajón le pidió que lo acompañe, tomaron un taxi y éste los llevó hasta el lugar solicitado por el hablante de lengua inglesa. Era una cafetería manteniendo el ambiente del siglo pasado, le recordaba a esas películas ochenteras. Bajaron del auto luego de que Estados Unidos pagara, sujetó la mano del argentino y caminaron hacia allí.

Se encontraba gente conversando en la barra y en las mesas, la música que sonaba le daba el toque de los 80' y había unas puertas que llegaban a una zona muy amplia. Argentina quedó sorprendido cuando entraron a esa zona, había una pista lisa con personas patinando.

—darling!—. llamó USA mostrándole un par de patines con ruedas. El sudamericano tomó ese par y se los puso, tenía un poco miedo ya que nunca patinó con eso y quizás haga el ridículo en frente de todos. —come with me—.

—be-bebé...yo no sé patinar, ¿y si me caigo y me hago aca?—. una ligera carcajada se oyó de parte del estadounidense y extendió su mano esperando que el menor la tomara.

—I won't let you fall, baby and I'm also going to teach you to skate—. el argentino tomó su mano teniendo un leve sonrojo y entraron a la pista.

Al principio el hispanohablante se resbalaba pero USA lo agarraba antes de que cayera, le enseñó a moverse con lentitud por la superficie lisa de la pista y de a poco le agarró el ritmo. Por seguridad lo mantuvo sujetado de la mano, deslizándose juntos.

—creo que sí puedo—. mencionó Argentina, soltó un momento a su pareja y enseguida sintió miedo. —no, no puedo, ¡agarráme, agarráme!—. Estados Unidos lo tomó de la cintura y lo apegó a su cuerpo.

Ambos se miraron fijamente, la sonrisa del estadounidense provocó un sonrojo en las mejillas del otro, era simplemente perfecto estar a su lado y compartir tantos momentos juntos. USA era tan atento, cariñoso, lo protegía y lo llenaba de halagos hacia su persona; con él se siente seguro y amado.

—¿qué me ves? ya sé que estoy lindo ah—. el norteamericano rió despacio y besó con ternura los labios de Argentina, estaba muy enamorado de él y se lo iba a demostrar cada día de su vida.

—i love you, baby—. la cara del argentino era una hermosa obra de arte, sus mejillas ardían y sus ojos producían un ligero brillo.

—y yo a ti—. respondió con timidez y apartó la vista, aún se ponía nervioso cuando recibía un beso de parte de su novio.

—¡Ajua! ¡vivan los novios!—. la pareja prestó atención hacia el lugar de donde provenían los chiflidos de cierto mexicano. —¡¿y la boda pa' cuándo?!—.

—Mexique! tais-toi!—. regañó Canadá y luego saludó a ambos enamorados.

—¡hacéte cu- —. USA cubrió rápidamente la boca de Argentina antes de que dijera la grosería.

—¡¿qué ibas a decir hijo de- —. el canadiense le cubrió la boca también a México.

Bueno, fué un lindo día después de todo.

Más tarde USA recibió un regalito de parte de Argentina y supo qué fué lo que le dijo Francia al oído.

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Ay el amor...

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