♥️; It's Time UsArg!!!

🍓;;↳ ❝ ¡twenty! ❞

—¡no! ¡me queda horrible!—. protestó Argentina, estaba encerrado en la habitación y no dejaba pasar a Paraguay y a Italia para ver qué tal le quedó el vestido.

—tesoro, déjanos ver—. Italia pidió pero él se siguió negando, Paraguay gruñó y comenzó a dar golpes en la puerta.

—¡salí, carajo! ¡o tiro la puerta!—. amenazó, usaría la típica que hacía con Uruguay y en serio derribará la puerta sino le abre. —uno...dos...—.

—what's going on here?—. las dos mujeres se voltearon encontrando al norteamericano detrás de ellas, viendo muy confundido la situación.

—se encerró y no quiere salir—. respondió la paraguaya.

—what? Arge, open the door—.

—¡no, andáte!—. ¡lo que le faltaba! USA estaba allí y menos abrirá, no usando eso.

Estados Unidos buscó en sus bolsillos las llaves, abrió desde afuera con un empujón y vió al argentino cubierto con una sábana. Italia ladeó la cabeza y Paraguay se cruzó de brazos, le pidieron que se quite la sábana de encima pero Argentina se negó.

La paraguaya jaló la tela con fuerza dejando al descubierto el vestido tono turquesa, Argentina se sentía horrible con eso y quería volver a sus conjuntos deportivos. Estados Unidos se mantenía inexpresivo, sin embargo por dentro moría de la ternura.

—está horrible, lo odio me queda– —.

—yo digo que te ves lindo—.

—me queda divino—.

Italia y Paraguay se vieron entre sí, le quedaba bien pero le favorecía el azul así que decidieron cambiarlo. Argentina volvió a usar sus camisetas y pantalones deportivos, comodidad para él antes que usar eso.

—no vuelvo a ponerme eso ni en pedo, al menos que sea un vestido de paisana—. dijo acostándose boca abajo en la cama, sintió que su pareja se subía también y se ponía encima para bajar un poco su camiseta, teniendo acceso a su cuello. —me quedan horribles—. ladeó la cabeza dejando expuesta la piel de su cuello y sentir los besos del otro allí.

—no lo creo... aunque si mostrara más tus piernas te quedaría muy sexy—. murmuró coqueto cerca del oído del sudamericano, lo volteó para que quedara boca arriba y así seguir besando su cuello. —el turquesa no te favorece pero si el rojo—.

—¿en serio? capaz que me ponga un vestido rojo y ver si se quita fácil—. Argentina rió siendo sujetado por la cintura y fué levantado, quedándose sentado en el regazo de USA. —¿vos qué decís?—.

—cualquier ropa que te pongas igual te la puedo quitar—. sonrió juntando sus cuerpos y unir sus labios en un lento beso, las suaves caricias en sus caderas se presentaron haciéndolo jadear y soltó un quejido cuando éstas fueron apretadas. —¿quieres ver cómo te quito la que traes ahora?—.

—a ver cuánto te tardás—. el cuerpo del sudamericano fué acostado nuevamente en la cama.

Se iban a divertir por un buen rato.

A mimir