~BoruSumi Week [2020]~

Día 1: Primera Cita.

Entre parte de los puentes que estaban por el bazar de la aldea, se encontraban dos jóvenes, en frente de cada uno.

Sumire observaba confundida, aguardando lo que Boruto tenía para decirle. Éste la había sorprendido al aparecer sin aviso alguno, pero no le molestaba. Siempre tenía tiempo cuando se trataba del hijo del séptimo Hokage y compañero ninja.
Él se veía nervioso, tanto que evitaba mirarle a los ojos. Sin embargo sus palabras no tardaron en romper el silencio:

—Delegada... Yo… Ehh... Bueno, verás, quería saber si… ¿Aceptarías salir en una cita conmigo? —lanzó sin más.

Tan pronto como oyó dichas palabras de parte del chico, un fuerte rubor en las mejillas de Sumire se acrecentó de golpe. Su corazón dió un brinco como ningún otro. Fuerte. Descontrolado. Sin embargo, no era para nada molesto.

—¿B-Boruto-kun me estás invitando a salir? —inquirió sorprendida.

—Aham. —asintió Boruto.

—¡Ah! Yo no... —Sumire balbuceó, sin poder controlar sus nervios.

Se sentía como una tonta. Se supone que eso debía quedar en sus pensamientos. Avergonzada entonces se cubrió la boca con las manos. Le costaba respirar un poco, mientras se preocupaba de no decir cualquier cosa que fuera arruinar el ambiente.

Estaba tan nerviosa que no sabía qué decir. Ya ha habido muchas veces en las que, ellos interactuaban de forma muy cerca, y no había problemas. Esto era diferente. Estaba nerviosa, pero tan feliz. Pero, ¿Qué más podía esperarse?
Él fue y es, el primer amor de su vida, después de todo. Estaba segura que, si su madre estuviera viva, le causaría gracia y ternura en verla experimentando esto. Lo muy feliz de ver a su propia hija yendo por el camino de una doncella en pleno florecer.

Entonces retiró temerosamente las manos de su boca.

—C-Claro, B-Boruto-kun. Acepto en ir a una cita contigo. —acabó diciendo con un violento movimiento de su cabeza que terminó como una especie de reverencia.

Al levantar la cabeza, miró para otro lado, mientras juntaba sus propias manos consigo mismas, sonriendo sin poder controlarse de la alegría.

Boruto sonrió, con esa típica sonrisa enorme que le caracterizaba. Esa que, ella apreciaba mucho.

Sus mismas expresiones los delataba de lo feliz que, ambos estaban con el resultado.

—Entonces… ¿Qué te parece mañana por la mañana? —preguntó él.

—P-Por supuesto. —asintió la chica.

—¿Te parece que nos encontremos en la plaza, cerca de aquí?

—¡Claro, Boruto-kun!

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Sumire recordaba aquella escena con melancolía mientras esperaba sentada en una banca, en esa misma plaza en que habían quedado encontrarse. Ya había pasado la hora indicada y el transcurso de los minutos hacía que la chica perdiera poco a poco las esperanzas. ¿Por qué se estaba tardando tanto Boruto? Ella se negaba a creer que la hubiera dejado plantada a propósito, seguramente algo importante lo había atrasado. Tal vez, algo que ver con su familia, ó con el séptimo.