Despierto exaltada y desorientada, miro a mi alrededor y enseguida me doy cuenta que estoy en la sala de estar de casa, con el televisor encendido reproduciendo la película que planeaba ver y claramente fallé.- Mierda -susurro al ver la hora.
Corro al cuarto, tomo lo primero que encuentro en el armario para vestir y me meto a la ducha. Se supone que dentro de media hora tengo que estar en el trabajo.
Me visto a las corridas y salgo del departamento rogando que la bruja de mi jefa aún no haya llegado a la cafetería.
El camino en skate se hace corto, gracias al barba.
- Hasta que llegas -Sabrina, mi compañera de trabajo y también amiga, me recibe con una colleja.
- Pero buenos días para ti también -digo sobandome mi pobre cabeza- un día de estos me matarás con tu maltrato hacia mi persona.
- Ya, no exageres -dice- toma, esta vez te he salvado -me entrega el delantal y la libreta.
- Sabes Sabrina, mi vida sin ti no tendría sentido -la observo y ella rueda los ojos- yo creo que tendríamos que casarnos, congeniamos genial.
- Rechazo esa propuesta, la única que aceptaré es la de Josh y aún no me lo propone.
- Pues déjalo y vente conmigo, te haré el desayuno en la mañana -digo divertida.
- Pues lamento romperte la ilusión, querida Kelianne, pero Sabrina es mi novia y yo no pienso dejarla -aparece el susodicho.
- Pierdete -le saco la lengua y ellos ríen.
Me coloco el delantal y procedo a atender a lo que queda de clientela y entregar los pedidos que Sabrina tomó por mi.
- Ya llegó -Josh susurra y se va corriendo disimuladamente a su puesto. La caja.
La bruja hizo su famosa entrada de mujer ricachona, mirando a todos con arrogancia y vestida como si estuviera en un barrio de esas ciudades con dinero.
Lamento romperte la ilusión, cruela, pero aquí estás en un pequeño pueblo humilde.
- Kelianne, hoy cierras la cafetería tu -dice y sigue de largo.
Odiosa.
- Este pedido es para la mesa de allí -señala a unos chicos riendo- no han pagado aún.
Tomo la bandeja y con una sonrisa gentil me acerco a ellos.
- Buenos días -saludo mientras voy dejando sus pedidos- que lo disfruten.
- Tú podrías disfrutarlo conmigo -uno de ellos comenta coqueto y los demás empiezan a reír.
¿Ustedes le encontraron el chiste, o es que viene aparte?
La sonrisa rápidamente se borró de mi rostro y dejando la cuenta en la mesa me marcho de ahí.
- Ñoños -susurro.
Y así es como pasé el resto de mi día. Atendiendo mesas, limpiando las que se fueron desocupando y de vez en cuando riendo con Sabrina de los chistes malos de Josh.
- ¿Quieres que nos quedemos a esperarte, Keli? -Sabrina pregunta.
El turno de ellos ya había terminado y se estaban por marchar.
- No chicos, vayan tranquilos -sonrío apenas- descansen, pejelagartos.
- Tú igual, minion -responden al unísono y ríen ante aquello.
Son una pareja muy bonita, no lo voy a negar.
Termino de limpiar el lugar, haciéndose las siete. Cierro las puertas y salgo, gracias a diosito aún no había oscurecido.
Con la mochila colgando en mi espalda, me coloco mis audífonos y me voy con el skate, sintiendo como el aire veraniego de la tarde golpea mi rostro.
(...)
- ¡Cuidado!
No tuve tiempo a reaccionar, frente a mi una chico venía de frente con una motocicleta.
Tratando de esquivar un posible accidente, me tiro del skate hacia el lado contrario al que venía él.
- ¿Estás bien? -él baja de ese metal con ruedas y se acerca.
- Esto es una acera, imbécil -digo molesta y tomado el skate- ¿cómo se te ocurre andar con la motocicleta allí?
- Si me hubieras escuchado, no hubiese pasado esto -contesta él a la defensiva.
Claro que no lo iba a escuchar, iba con mis audífonos escuchando a mi querido y muy amado Harry Styles.
- Si tuvieras neuronas, sabrías que por allí no puedes andar con esa cosa -respondo furiosa.
- Eres imposible. Ya me disculpe, ¿no has escuchado? -dice.
- Tú un imbécil, mejor desaparece de mi vista.
- Niñata.
- Capullo.
- Tonta.
- Eres un zopenco, no voy a gastar mi tiempo en ti -acomodo mi mochila nuevamente, me subo al skate y me alejo.
- ¡Cuidado para la próxima! -grita una vez estoy a unos metros de aquel lugar.
- ¡No habrá próxima! -contesto y doblo en la siguiente esquina.
Mi día iba muy bien como para terminarlo de una buena manera.
(...)
Espero les guste y les divierta tanto como yo al escribirla.
K.V _
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¡Cuidado!
Romance- ¡Cuidado! Kelianne cae del skate y empieza a maldecir. - ¿Estás bien? -él chico con el quien casi tiene un accidente a mayores, se acerca. - Esto es una acera, imbécil -ella dice molesta- ¿cómo se te ocurre andar con la motocicleta allí? - Si me h...