Merthur

¿Qué pasa conmigo? (parte 1)

—¿Qué desea... Mi señor? — Había pronunciado pomposo mientras se inclinaba ligeramente; por dentro... Le parecía ridículo.

Arthur lo miró extrañado, "¿Cómo Merlín podía tener el cabello tan corto y tan rebelde al mismo tiempo?". Hizo una mueca, eso no debía importarle. Después de recorrerlo con extraña familiaridad, sus ojos se espantaron un poco cuando su sirviente se agachó a sus pies.

—Dejemé limpiarle sus zapatos, señor. Se han llenado de polvo.— dijo sin mirarle a los ojos; si no fuera por su postura ligeramente encorvada y sus pómulos sobresalientes, creería que es George.

—Muy bien. Limpiarás todos mis zapatos, y todo el polvo del castillo si es necesario.— dicho esto, Arthur dió media vuelta y se fue.

...
—Limpiris tidis mis zipitis y tidi il pilvi... ¡Bah! Enserio necesito unas vacaciones.— Merlín fregaba los pisos de los pasillos cercanos a la cámara del principe. ¡Ya casi era hora de cenar y no había podido probar un bocado!

Mientras tanto, Arthur se encontraba en su habitación, leyendo un poco, tratando de evitar a Merlín, y aunque era fácil ignorarlo siempre se sorprendía recordando esos estúpidos sueños.

No había sido fácil, claro que no. Después de aceptar que se soñaba teniendo citas con Merlín, trataba de convencerse que eran pesadillas, horribles sueños tenebrosos...pero, la verdad es que no eran del todo desagradable: La plática era fluida, la comida deliciosa y la vista era increíble. Pero el sueño se arruinaba cuando su sirviente se inclinaba un poco a su rostro y...—¡NOO!— gritó alterado mientras se ponía de pie energéticamente.

—¿Necesita algo, señor?— preguntó amablemente mientras golpeaba tímidamente la puerta.

—No...¿Y desde cuándo tienes la sensatez de tocar?—