Capítulo 28

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¿Qué podía hacer más que reírme? ¿Qué podía decir más que un hola?

Me empezaba a sentir enferma de verla tan acaramelada a él, pero no tenía ningún derecho sobre ellos. Nosotros no éramos más que amigos, solo él podía quitarse la encima si es que siquiera tenía la intención de hacerlo.

—Saca tus garras del novio de mi hermana, por favor. Ten un poco más de decencia—irrumpió Oliver en la habitación, sorprendiéndonos a todos.

Oliver realmente le fastidiaba la presencia de Amanda, lo había dejado claro desde un principio cuando dijo que no iba a convivir con ella en su propia casa y decidió marcharse en la mañana, realmente me sorprendía que saliera de su habitación; nadie era consciente de su presencia en la casa.

—Oh, Marta—dijo Amanda tapando con su mano libre su boca—¿En serio es tu novio?

Me incomodaba un poco su exagerada reacción, sin embargo, no pude hacer más que negar con la cabeza.

—No estamo...—empecé a explicar, pero Oliver me interrumpió nuevamente.

—Entonces es mi novio—dijo decidido, cruzándose de brazos—Familia, lamento no haberlo comentado antes, pero me gustan los hombres y este es mi novio. Dije que era novio de Marta porque no pensé que fuera el momento oportuno de darles la noticia, pero ya lo saben—dijo jalando a Mason por el codo; liberarlo del agarre de Amanda.

El silencio que se instalo en la sala no hacía más que aumentar gradualmente mi ansiedad, quería desaparecer totalmente; por lo cual mantenía la cabeza gacha y me rascaba las manos.

¿Qué estaba diciendo mi hermano? ¿Se había golpeado la cabeza o algo?. No puede ser ¿Empezó a consumir drogas?

—Au, Au mamá déjame—se quejaba mi hermano; por lo que alcé la mirada y me encontré con ella jalándolo de la oreja.

—¿Pero que tonterías estas diciendo Oliver? —decía poniendo su mano libre en su tabique para aligerar su tensión—Si te gustan los hombres está bien, pero no intentes meterte con el chico que le gusta a tu hermana—decía molesta.

Era definitivo, algún ser celestial o fuerza misteriosa realmente me odiaba, por un momento creí que mamá terminaría con toda la vergüenza que estaba pasando, pero no hizo más que conspirar en mi contra. ¿Qué estaba pagando? ¿Tan mala hija había sido?

No pude hacer más que encogerme y tapar mi rostro con mis manos.

—Vaya familia la tuya—habló Mason en voz baja; sobresaltándome.

Mire a mi alrededor y Amanda había desaparecido por completo, por otro lado, mamá seguía teniendo a Oliver por la oreja y lo arrastraba hacía la cocina.

—Perdona por la escena, no se que les a pasado hoy, pero...—me detuve al darme cuenta que no tenía forma de justificarlos, así que solo suspiré—Honestamente no se ni que decir—dije mirando a otro lado.

—Bueno, puedo olvidar la escena, aunque fue muy, si es que aceptas cenar conmigo—dijo con su usual sonrisa—¿Qué dice...

—¿Siempre sonríes? —solté de la nada, interrumpiéndolo y poniéndome roja al darme cuenta de mi impertinencia.

—¿Por qué preguntas? —dijo riendo por mi cuestionamiento.

—Es que siempre te veo sonriente, me preguntaba si siempre eres así o hay momento en el que no sonrías—respondí en voz baja, avergonzada, mientras cambiaba mi peso de una pierna a la otra.

—Solo cuando estoy contigo— alcé la mira por su respuesta. ¿Me estaba tomando el pelo? —Usualmente estoy alegre, intento verle el lado bueno a todo, pero solo cuando estoy contigo sonrió de esta forma.

No podía resistir más, ponía toda mi fuerza de voluntad en no lanzarme a sus brazos, era realmente lindo. Aquellas palabras habían echo que mi corazón latiera de manera tan apresurada que me dolía el pecho.

—Entonces, ¿Salimos hoy? —preguntó regresando al tema inicial, lo cual agradecía porque me había quedado sin nada que decir de la emoción.

—Sí, espérame afuera, tomo unas cosas y salgo.

Me apresure a subir las escaleras para cambiarme la ropa que suelo usar en casa por una para salir junto a mi cartera.

—Entonces, ¿El monumento de hace un rato esta libre? —cuestionó Amanda ni bien puse un pie en la habitación.

Empecé a recoger mis cosas dándole la espalda, íbamos a compartir cuarto durante toda su estadía por eso se encontraba ahí.

—No lo sé—fue mi única respuesta.

—¿No es amigo tuyo acaso? —siguió indagando, pero ignore su pregunta mientras cogía ropa de cambio y me acercaba a la puerta para ir al baño—Primita, acabo de llegar y tú vas de salida. ¿Qué es eso pensé que me querías un poco más? — preguntó triste, haciéndome sentir un poco culpable.

—Prometo estar contigo todo el día de mañana ni bien llegué del trabajo— respondí dándole una sonrisa y saliendo de la habitación.

Una vez lista regresé a la habitación para coger mi cartera, sin embargo, no esperaba encontrarla vacía. Le resté importancia ya que iba con prisa y había demorado en alistarme, pero nunca espere que después de salir por la puerta principal la vería a ella acostada en el auto de Mason, hablando animosamente con él.

...

Otro capítulo largo en forma de disculpa, perdonen mi demora:c

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⏰ Última actualización: Sep 07, 2020 ⏰

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La perdición de MartaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora