Capítulo 16

12 5 0
                                    


—Llegamos. —la voz de Mason interrumpe mis pensamientos vacíos.

Durante todo el camino no hemos intercambiado palabra alguna, cosa que agradezco.

Nisiquiera a prendido la radio, acción que realizaba en nuestros anteriores viajes, parece que ha notado por completo mi malestar y a decidido respetarlo; sin embargo, ya no hay escape, tengo que dar la cara y hablar.

Después de lo que parece muy pronto para mi, y tal vez una eternidad para él, volteo a mirarlo y parse notar la mortificación en mi rostro porque asiente.

Me sorprende el vínculo que hemos creado mediante el cual puedo entenderlo por más que no hable y el puede leer mis expresiones, sin embargo, decido restarle importancia ya que no necesito más motivos para martirizarme.

Intento abrir la boca para decir algo, pero no sale palabra alguna, así que la cierro y retiro la mirada.

—Se que esto no es simplemente un malestar físico,—rompe el silencio y tan solo apreto los labios mirando mis manos en mi regazo—Pero noto y entiendo que no quieres hablarlo.

Son tantas las emociones que siento que tan solo quiero huir, ir lejos y no regresar por un tiempo. No me siento con la capacidad suficiente para lidiar con algo.

—No soy un amigo tan solo de título y ya. —dice cogiendo una de mis manos y robando por completo mi atención —Tan solo quiero que sepas que estoy para ti. —me da una sonrisa de lado.

No entiendo porque tal gesto hace que mi corazón duela

—No importa día, hora ni lugar. Quiero que sepas que siempre vas a contar conmigo. Los amigos que tengo los puedo contar con una mano y por eso todos son valiosos para mi; tú no eres la excepción.

Retiro mi mano de la suya y me aproximo a abrir la puerta porque si me quedo tan solo un minuto, tan siquiera un segundo romperse en llanto. Sin embargo, sus palabras me detienen cuando tan solo pongo un pie en la acera.

—Recuerda que siempre voy a estar ahí para ti. —dice después de regalarme una sonrisa que en otro momento hubiera causado cosquillas en mi cuerpo, pero ahora mi cuerpo está completamente adormecido así que lo interpretó como una despedida y me apresuró a salir de su auto para luego abrir la puerta de mi casa.

Una vez dentro siento como todas las emociones se liberan y mi cuerpo tiembla.

—¿Cariño que a pasado?. — la voz de mi madre solo hace que me quiebre más y me lance a sus brazos para desarmarme por completo.

Me ahogo entre lágrimas e hipidos que no me permiten explicarle lo que a sucedido, pero parece entenderlo todo. Solo una vez me a visto en este estado.

—Lo volviste a ver. —su voz se torna dura y más que una pregunta es una afirmación a lo cual mi respuesta tan solo es llorar con más fuerza.

...

No me maten, la vida de de "escritora", estudiante y emprendedora es complicada.

Espero disfruten este capítulo. No olviden votar y comentar. ❤️

La perdición de MartaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora