Bill Skarsgård un actor sueco con pocas cosas que exhibir de su vida reservada más que solo sus amistades cercanas y su equipo de trabajo, aunque por destino del palpitar de su corazón empieza a tener un aumento de pulso por...
Krystina, una chica...
*Brbrbrbrbr* *Brbrbrbrbr* Vibraba el celular de Kris en alguna parte de sus pertenencias mientras de fondo se alcanzaba a escuchar el ahogado sonido de sus quejidos de placer y los gemidos.
—¡Holaaa! Ahora mismo no puedo atenderte; pero lo más pronto posible te devolveré la llama, así que déjame tu mensaje después del tono— «Salto el buzón de voz»
*Pi*:—Krys llevo rato marcándote, ¿dónde estás? —Quería decirte que lamento haberme ido así; me surgió un percance que debía atender al momento, espero me disculpes por eso y luego podamos ir a cenar y llevarte hacer algo más para compensar lo sucedido...
Relataba Roberto en el mensaje entre sabanas de seda mientras probaba el fruto prohibido y acariciaba la víbora que muy pegada a su cuerpo se encontraba sobre su pecho mientras su pene frotaba. Tal parece que su emergencia tenía grandes senos y grandes nalgas, cualquiera tiraría una cena por una llamada así.
—¡Por favor, dame más!— Exclama una Krystina completamente renovada mientras su celular se reventaba con llamadas perdidas de otra lama desgraciada que entre lujuria y deseo tenía el descaro de buscarla.
—¡Oooooh! Eres una húmeda y deliciosa perrilla— «Exclamaba Bill»
—¡SIGUE¡, OH YES, MÁS FUERTE BILL —¡PLEASEEEEEE! —¡AAAAAAAAAAAAA!— Gritaba mientras se aferraba con todas sus fuerzas al respaldo del sofá cada vez que Bill la impactaba haciendo que se corra más de una vez gracias a que él sabía impactar en ese punto G.
—Te amo Krystina— «Dijo Bill»
Krys se desubicó por esa oración que jamás se imaginó y todo dentro de ella se elevó al cielo mientras arqueo más su cuerpo dando a entender que estaba entregada mucho más a él y que fuera de ese cuarto de baño ya no importaba nada, esas paredes no tenían oído pero vibraban por el eco que se generaba en sus sonidos emitidos.
Bill fue cesando su ritmo y trajo de vuelta su rostro hacia el de él para sellar el placer con un beso insaciable de aquel inimaginable hecho que acababa de acontecer, Krys aun en su mente divagaba entre la realidad y su imaginación pero aquel beso de pasión la hizo volver a la tierra como respuestas y elevarla hacia su merecido lugar en el olimpo de las damas más bellas.
Entre el beso sus manos divagan sus cuerpos tocando lugares a los que jamás imaginaron llegar, sintiendo texturas de cada uno que jamás imaginaron poder explorar llenándose de caricias y mimos de amor por una pasión que entre ambos comparten sus almas y que no les dejaban calma durmiendo en camas separadas. Krys no saciada lleva de la mano a Bill para sumergirse de vuelta al a tina que para sorpresa de ella Bill hizo de un tranquilo baño de espuma; un jacuzzi movido.
Se introdujeron sonriéndose el uno al otro y sumergieron sus cuerpos pegándose más para no dejar de abrazarse mientras Bill por su parte introduce su pene dentro de ella y así cerrar ese momento sin dejar escapar el tiempo. Frotaban sus cuerpos con las esponjas de baño mientras cuando Bill sorprendió a Krys con más tecnología en su cuarto de baño.
—Ok Google. —Relaxing music romantic and low-light.
*Playing music and turning off the light*
—Vaya, solo espero que de esta pared salga una barra con cervezas frías «Dijo Krys con sarcasmo»
Bill le pide permiso a Krys para salir de la tina y abre un compartimiento debajo del lavamanos y saca una botella de champagne de un refrigerador pequeño oculto.
—Y si, en tu rostro veo la sorpresa con risa burlona por que no imaginabas que tuviese esto acá, pero te informo que siempre que tengo algo que celebrar pero necesito relajarme; siempre abro una. —La persona que se encarga de hacer el servicio me conoce muy bien y muy poco se le ha pasado por alto detalles como estos de los que siempre paso por alto con tantas cosas por hacer.
Krys estaba satisfecha de todo y se sentía en el espacio vagando abrazada por millones de estrellas y dominada por una deidad poderosa y señor del universo como Bill, él era el delirio de su ser. Mientras él le hablaba iba preparando ambas copas, descorchando el champagne sin presumir que tan alto vuela el corcho (ya presumió lo que trae en su entrepierna).
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Los vidrios empañados con el vapor, la luna llena asomando por él traga luz del techo, música relajante masajeando los tímpanos de sus oídos, piel ligeramente arrugada por el tiempo en el agua, uno delante del otro jugando con sus manos a tocarse los cuerpos mientras la botella casi escasa sudaba sobre la hielera casi descongelada... mientras sus palabras escaseaban en la escena; pues eran torpes cadenas con los pasos que daban, era el momento perfecto de ambos que tanto anhelaban; aunque golpes de pecho daban sus almas en pena revoloteando como nube abejas alborotadas.
No saciada con el primer hecho Krys se voltea quedando frente a su pecho y mirarlo fijo a los ojos, dejando las copas de lados ya vacías y calientes... jugando a ser dominante de aquel nuevo episodio. Bill echa su cuerpo hacia adelante dejándole espacio a Krystina de colocar sus pies hacia la espalda para que pudieran entrelazar sus cuerpos quedando cara a cara para apreciar los gestos del otro, una vez más ya con la suavidad de la espuma Bill entra dentro de ella sin protección alguna dejando quizás a la suerte este juego de la ruleta rusa.
Krys se aferra a su espalda marcando sus uñas sin querer mientras Bill la toma por las nalgas y lleva sus movimientos presionándola más a su cuerpo para que de su pene no quedara nada fuera y terminar de embestir como él deseaba aquella dama... Era más la debilidad de Krys que sus piernas temblaban y no se podía colocar de rodillas sin desplomarse y que sus piernas se abrieran más, Bill dejo correr el agua de la tina para moverse más libre y Krys se vio sumisa a no poder tener control de su cuerpo. Sus labios entre abiertos se sumaban uno entre ambos drenando en besos lo que no era suficiente con sus manos, Krys aferrada al cuello de Bill siente que su momento está llegando y se está corriendo mientras entre los quejidos de ambos se ahogaban las palabras que deseaba sacar cuando separaba sus labios para hablar...
-Se volvió un libro abierto en las manos de su amado, exclamando lamentos que no eran en vano, desnudo su cuerpo por el dominio de otras manos, ardió su alma como siempre llevándose todo a su paso-.