Su cuerpo solo sintió como caía y se hundía en la cama hasta recobrar su forma con el cuerpo de ella encima, Bill se mueve lentamente mientras sube a la cama y lleva su rostro cerca al de ella casi frotando sus cuerpos pero de pronto se acerca a su cuerpo y le susurra al oído —¡Krys, Krys!— Krystina habré los ojos poco a poco distinguiendo a la distancia que no era su departamento por lo que busca en su bolsillo su celular a fin de ver que hora es pero Bill nota que esta exaltada por lo que dice —Tranquila, estoy aquí, estas en mi casa— Ella empieza a incorporarse para sentarse en el sofá y verle la cara cuando su mente empieza a traerle un recuerdo difuso de lo que había sido aquel sueño; sintiendo por dentro aquel disgusto y molestia por lo que no había pasado.
Su camisa nunca fue escotada por que aquel botón nunca se soltó aunque su brassier estaba fuera de su alcance; lo noto por sus pezones erectos sin razón alguna, por su mente divagaba «¿Será que se dio cuenta de ello Bill?» aunque de su boca no salia nada. El silencio abundo aunque no resulto incomodo para la compañía que se hacían.—Creo que debería irme— Dijo, con la mente aun nublada de aquel sueño.
—Creo que es un poco tarde para que te vayas, ni siquiera te noto orientada y no creo que sea seguro que conduzcas así.
—Puedes quedarte, creo que tengo algo que te podría servir para dormir.Bill se levanta sin esperar respuesta y revisa un armario que se encuentra en una habitación debajo de las escaleras, «parece almacenar cosas» pensó Krystina al ver de lejos que entre tantas cosas desordenaba un poco buscando algo. Salio del armario con una caja plástica que parecía estar cerrada herméticamente por que se veía limpia y cuidada, la abre y hay prendas de muchos colores... Bill exclama.
—¡Sé que parece raro esto pero no te asustes!
—A lo largo de mi crecimiento algunas fanáticas me han dejado paquetes como obsequios de prendas femeninas que no parecen estar usadas, para asegurarme mejor las he mandado a la lavandería por que si son un recuerdo no pretendo guardar esta clase de obsequios sucios.
—¡Creo que me entiendes!—¡Si...!
—Aunque es algo raro.—Seguro habrá algún pijama acá para ti, solo hay que revisar... espero no haya sorpresas.
Comienzan a sacar prendas y lo que más salia de esa caja eran brassieres que Bill los tomaba y miraba extrañado, seguro pensaba si eso había estado en el busto de alguna quinceañera con un amor desquiciado por él sin siquiera conocerlo... «Hasta yo lo haría» pensó Krystina. Para hacer más tenso el momento se manifestaron camisones sexys y tangas con abertura para sus labios vaginales, Krystina solo abrió sus parpados al máximo dejando sus ojos clavados en la prenda y con una pena invadiendo su cuerpo mientras que Bill trataba de hallarle sentido a lo que sea que fuese ese trozo de tela que él no comprendía pero que palpaba mucho con sus manos, ella tomo la tanga rápido y la metió en el resto de la ropa con nerviosismo diciendo.
—No creo que esto me sirva como pijama, mejor sigamos viendo.Con pocas esperanzas sale de ahí una blusa de tirantes con un short ligeramente corto, Bill piensa por un momento antes de preguntarle —¿Crees que servirá?— aun con dudas, Krys solo asiente con la cabeza y exclama —¡Voy a colocármela!—. Con paso seguido y apresurado fue hasta las escaleras deteniéndose a pensar antes de subir para tratar de deducir donde estaría el baño, Bill observa y dice —Es la puerta con cristales blancos— y ella por su parte comienza a subir.
Una vez localizado el baño entra y observa lo amplio que es por dentro y acogedor que se siente. Tiene un sillón un poco extraño para ella, además de un amplio espejo iluminado, una regadera con jacuzzi, y más elementos para un detallado más elegante en el decorado. Se desprende de su blusa dejándola caer al piso mirándose en el espejo ella misma el pecho desnudo y sin éxito alguno con sus pezones erectos, desabrocha su pantalón zafándose de él como podía ya que estaba ajustado y para no hacer alguna torpeza prefiero sentarse en el sofá que al tanto de sus glúteos era excesivamente cómodo y suave... «¿Qué clase de cosas podrían hacer en él?» pensó segundos antes de que la puerta fuese tocada.
—Krys... ¿Entonces si te quedo el "pijama"?— Gesticulo Bill con sus dedos mientras pegaba su cabeza a la puerta a finde oír una respuesta.
—Estoy en eso, espera.
—Está bien, estaré en la cocina preparando algo.
Krystina se coloca la blusa notando que tenía muchas transparencias excepto en los pezones, dejando un juego visual para la mente de cualquier chico que la viese en una fotografía o desde la ventana de algún departamento que existiera al frente del que ella reside. Se coloca el short notando que era algo ajustado y corto para lo que estaba acostumbrada, pero ese no era el problema que le preocupaba; era la pena que podía sentir cuando Bill la viera, tomo una de las toallas y se cubrió hasta el busto recogiendo su pantalón y su camisa doblándolo sobre si mismos y dejándolos sobre el sillón que acompañaba el cuarto de baño.
Se detuvo frente a la puerta «Vamos Krys, debes ser decidida», tomo el seguro y loquito abriendo la puerta despacio para asomar su vista poco a poco a fin de que Bill no vaya a estar esperándola fuera pero para su sorpresa escucho ruido en la cocina lo que le trajo calma por que sabia que le no le había mentido pero dejo en duda sobre si el cuarto de baño estaba aislado de ruidos sonoros...
Fue despacio bajando las escaleras y dirigiéndose a la cocina.—Por lo que veo creo que el pijama era muy pequeño para ti...
—Pero si no quieres estar sosteniendo esa toalla puedo prestarte una playera larga mía y así estás más cómoda.—N-no, así esta bien. Cuando me acueste me la quitare.
—¿Piensas en dormir ya?
—Digo, es que ya que estamos acá... pues... se me ocurrió que podíamos tener una noche de películas.
—¿Qué dices?Krystina se sorprendió con la idea pero le parecía un buen momento para compartir más al lado de Bill y despejar su mente aún más de Roberto.
—¡Si, está bien!— Exclamo con decisión firme.
—Permíteme ayudarte entonces con lo que estés preparando para comer— Y Krystina da un paso extendiendo sus manos para tomar algo y asi ayudar pero olvido que sostenía su toalla...Y de la nada cayo al piso, exhibiendo su cuerpo, dejando a la imaginación de Bill cualquier fantasía que con la expresión que en su rostro se veía todo lo decía, «¡OH DIOS!» pensó Krys cuando sintió como la corriente de aire pasaba a lugares que antes no concurría por la toalla.

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Eso que sentías por mi
FanfictionBill Skarsgård un actor sueco con pocas cosas que exhibir de su vida reservada más que solo sus amistades cercanas y su equipo de trabajo, aunque por destino del palpitar de su corazón empieza a tener un aumento de pulso por... Krystina, una chica...