And Your Mother That Slut/One Shots TUA [Cerrados]

viii. Diego Hargreeves

Advertencia: Contenido explícito o Smut pa' los amigos.
Pedido: danimarti29 hope y lo disfrutes. Solo te digo que yo no escribo nada de sexo muy fuerte, esto me costo

~*Call me daddy*~

Alaska caminaba sola por las calles de la ciudad, sabia que estaba siendo seguida, y ese alguien era Diego Hargreeves.

El latino había estado obsesionado con la francesa desde que la vio por primera vez.

No solo la quería emocionalmente, también tenía varias fantasías sexuales con la de ojos grises.

—Hey Alaska— la llamo una chica, parte de su grupo de amigos, no era que le tenia miedo a Diego, pero igual se sentía mas segura con ellos.

Sentía una mirada pesada en su espalda, giró disimuladamente viendo como el latino se acercaba a ella.

Sintió una mano en su trasero, sintiendo como este era apretado.

—Tienes un lindo cuerpo—Dijo el chico en su oído, dejando una pequeña nota en el bolsillo de la chica para seguir caminando (eso es acoso sexual pero bueno, la señora lo quiere así)

—Quien era ese?— preguntó uno de los chicos —un amigo— (pendeja) dijo simple —un amigo no anda por la vida apretando culos Alaska, yo no lo hago—Dijo el rubio.

—No creo que sea su amigo, tal vez lo es con derechos no crees?—Dijo una pelirroja hacia uno de los chicos del grupo.

—Si eh, me tengo que ir— La francesa salio apurada del lugar y entro a su carro, abrió la pequeña nota 'dejame llevarte a casa y darte desde atrás'

La pelinegra miro hacia ambos lados, viendo un carro detrás de ella, adentro puso ver al latino viéndola fijamente (re creepy el Diego)

Lo extraños era que no le había disgustado, en cambio le gustó que el chico la mirara.

Arrancó el carro, dirigiéndose a un pequeño motel, podía estar bien con el chico, pero no era tan idiota como para llevarlo a su casa.

Estacionó el carro, mirando por el retrovisor como el chico también se estacionaba.

Tres golpecitos en su ventana llamaron su atención, era Diego con una sonrisa ladina.

—Inteligente— Dijo el chico, entrando al motel, ya lo tenía preparado, esa noche seria la noche de sus vidas.

Entraron a la habitación, Alaska dejo su pequeña bolsa en una silla, para rápidamente ser acorralada por el latino.

—ya sabes mi nombre— se acerco a su oído —Pero quiero que hoy me llames daddy—Beso los labios de la francesa con fuerza, esta no se quedo atrás y lo beso con la misma intensidad.