(...)
México se sentía realmente feliz.
¡A su palomita le había gustado lo que preparó solo para él!
Es más, hasta Perú le había dicho que para la otra, el sería quien le prepararía algo, más que nada por agradecimiento por haberle hecho esas deliciosas enchiladas.
Sí, el mexicano pensaba que así conquistaría al peruano, más, no todo era sobre la comida...Tenia otras ideas en mente, la cual Perú no tenía ni la menor idea de lo que el tricolor haría.
México pensó que ese era el primer paso para llegar a su corazón, si su comida lo hizo feliz, la otra cosa que tenía en mente lo haría más...O eso esperaba.
Perú no tenía ni idea de lo que estaba tramando México a sus espaldas, todo con tal de ganare su tierno corazón de palomita.
Y hablando de Perú...
El bicolor se encontraba tirado en su cama boca arriba, con el celular en mano. Revisaba unos mensajes que algunos de sus amigos le habían mandado, y cambien checaba unos cuantos de próximas reuniones que tendría más adelante.
Suspiró cansado, no quería ir a esas reuniones, la verdad es que prefería quedarse en cama todo el día viendo películas en Netflix...Pero, también era una obligación y responsabilidad asistir, aparte de que ahí vería a sus amigos y a uno en especial que últimamente le ha hecho sentir cosas extrañas en su interior.
Apretó su teléfono, mientras seguía navegando entre todos los chats de ahí, se encontró con uno en específico, mientras una sonrisa boba se formaba en sus labios.
Entró al chat, de aquel contacto el cual lo tenía registrado como "México~".
Vio los mensajes que tenía con él, algunos graciosos, y uno que otro serio. Siguió buscando en el chat, mientras observaba que México no estuviera en línea.
Llegó a uno en específico donde platicaban puras tonterías, pero que fue ahí, donde el mexicano comenzó a apodarlo de esa manera tan... Propia de él, que en vez de molestarle al peruano, daba un efecto completamente diferente y el tricolor era el único que dejaba hacerlo.
"Hola palomita, espero que estés bien. Hoy, te tengo que contar que acabo de romper mi propio récord en una competencia personal de comer tacos finalmente comí el doble de lo que normalmente comería...Jajaja, fue divertido, aunque después sufrí una indigestión, pero valió la pena...Oh, pero bueno, no hablemos ya tanto de mí, cuéntame de ti, ¿qué has hecho hoy? ¿Cómo va tu día?"
Mensajes así lo hacían suspirar y una sonrisita divertida pareció en su boca. Si alguien se enteraba de su posible atracción hacia el mexicano, no lo dejarían en paz.
Pero no podía evitar sentirse tan bien cuando México le mandaba ese tipo de mensajes, a veces podía parecer medio idiota con cada ocurrencia con la que le llegaba, pero...Por otro lado, cuando se comportaba así con él, no podía evitar que un calorcito se instalara en su pecho cuando le mandaba ese tipo de mensajes.
Se quedó viendo esos mensajes, riendo un poco, hasta que el mexicano apareció en línea, y como loco y con el corazón latiéndole fuertemente, salió del chat. Sentía la cara caliente y lo más seguro es que ahorita mismo se vería como un jitomate maduro.
— ¿Qué demonios estoy pensando?—Se dijo así mismo, dejando el celular a un lado mientras que con su brazo derecho se tapaba los ojos, avergonzado, pero sintiendo a la vez, como su corazón no dejaba de latir desenfrenado.—México, eres tan gil...—Y una sonrisa tonta volvió a surcar sus labios.
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México y sus intentos de ligarse a Perú
RomanceMéxico descubre tener sentimientos por su amigo peruano, por lo cual, no dudará ni un instante en querer obtener su amor. Preparó un minucioso plan para poder ganarse su amor, si no funcionaba uno, tendría otro a la mano. Todo con tal de enamorar...