Él era el Sol... Ella era la Luna.
Él era felicidad... Ella era miedo.
Él era la paz... Ella era la guerra.
Él era su salvación... Ella su perdición.
Es lo que cuenta la leyenda de un amor desenfrenado que desató la ira de los Dioses.
Estaban en una sala un hombre de baja estatura cabello azul ojos color miel, un traje blanco acostado en un sillón, un hombre alto de tres cabezas sentado mirando las nubes de igual manera un traje blanco, una mujer alta albina su cabello a la altura de los senos, con unas alas enormes, delgada, unos ojos azules preciosos recostada en un sillón con vestido blanco, mientras un rubio de baja estatura tocaba el arpa sentado muy tranquilo y los demás se deleitaban con el sonido exquisito, sentían paz todo marchaba muy bien hasta que escucharon la voz de una mujer, haciendo que parara la música
—tarmiel y Sariel son solicitados en el campo de batalla
—bien me ha encanto escucharte has mejorado pero nos llaman —se pone de pie y abre sus alas— volvemos rápido.
—no tardamos —abre sus alas y sale por la ventana el hombre de 3 cabezas.
El rubio solo miró como se iban sus compañeros y suspiro de tristeza odiaba esta situación de guerra el clan de las diosas y el de los demonios son lo mismo; son seres que sienten.
-—¿en que piensas? —la albina puso su mano sobre el hombro haciendo que mirara hacia ella—todo estará bien, pronto esto terminará
— no lo sé Mael a veces dudo que esto termine es estúpida esta guerra
— pronto cesará, ya veras, vamos a terminar con esto — le sonrió sus miradas se encontraron y ella quiso acercarse un poco más pero el rubio se alejo de ella
— bien si tu dices que así será te creo —coloco sus mano detrás de su nuca y comenzó a caminar— iré a....
— Mael te necesitamos
— bien Nerobasta, en un momento —coloco sus manos con las del rubio— no tardó esto será rápido
— cuidado Mael
El rubio dejó a un lado su arpa y camino por todo el palacio, a él no lo dejaban salir al campo de batalla su madre decía que era muy inocente y eso provocaba debilidad, caminando sigilosamente logró salir del palacio abrió sus alas y emprendió vuelo se sentía bien, hasta que una voz lo sacó de sus pensamientos
— qué haces fuera del palacio, Meliodas regresa inmediatamente.
— Nerobasta estoy bien, como sabes que salí
— dos peones sintieron tu poder al salir, vuelve, pueden notar tu presencia, recuerda que estamos en batalla
—si, si, si lo que digas —se da la vuelta y se queda estático frente a él se encontraban dos mandamientos— ¿qué quieren?
— vaya, vaya que tenemos aquí, no sabíamos que saldrías al campo de batalla Majestad.
— jajajaja el polluelo salió del nido, vamos a jugar.
— Melascula de la fe y Galand de la verdad, no busco problemas, no quieren pelear conmigo — dijo firmemente—dejenme pasar.
— jajajaja quién dice que no quiero tener una pelea contigo —rápidamente con su lanza ataca al chico, este esquiva los golpes—jajaja veamos si eres tan temible como dicen que puedes llegar a ser Bunzaradan —giro su lanza para crear un remolino de cortes, Meliodas sólo cruzó los brazos para proteger su rostro— jajajaja
—¿terminaste? He dicho que no busco una pelea contigo pero si no puedes comprenderlo no me dejas alternativa —abrió aún más sus alas y activo la marca de las diosas, el viejo sonrió con sobrevivía lanzó el primer ataque para comenzar una pelea cuerpo a cuerpo, el demonio no respondió ningún golpe era muy ágil el pequeño alado, este le dio un puñetazo en el rostro haciendo que este desactivara su poder demoníaco y comenzará a caer—largo de mi vista Melascula
— esto no se quedara así —comenzó a descender para ver a su compañero— maldito viejo siempre tan soberbio y orgulloso.
En ese momento el rubio salió de ahí lo menos que quería era una pelea. Melascula se encontraba en el suelo con el viejo demonio despierto y se siento de golpe
— ¿donde esta ese maldito mocoso? ¿Melascula lo dejaste ir?
— se quedará pendiente para otra ocasión, no portaba algún arma y mira como te dejó el hijo de la Deidad suprema —dijo con una sonrisa malévola— bien volvamos al palacio tenemos que entregar el reporte y alguien tiene que atenderte, viejo estúpido.
Salieron de ahí Melascula no dejaba de pensar que dirían a sus superiores como explicar que el hijo de la deidad suprema sin alguna arma o usando todo su poder, había puesto en K.O a un mandamiento.
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Aquí el motivo de porque Mael es mujer, vi este dibujo y no pude evitar malviajar mi mente.
