𝐼 𝐿𝑜𝑣𝑒 𝑱𝒊𝒏𝑌𝑜𝑢𝒏𝒈「𝑱𝑱𝑷」

𝟷𝟸

JaeBeom

Me siento mejor desde que le conte todo a los chicos, logre desahogarme completamente, despeje mi mente por un momento, pero inmediatamente volvió a nublarse con los recuerdos de porque estoy así, logrando romperme nuevamente.

Ahora descansaba sobre el césped del patio del Instituto, esperaba a los chicos para irnos a casa juntos, mi mirada estaba perdida viendo cada movimiento de JinYoung, el cual ordenaba unas cosas en su mochila.

«Ojos que no ven, corazón que no siente.»

Cerré mis ojos intentando no ver el hermoso rostro de JinYoung. Pésima idea, el recuerdo de aquel beso se pasmo en mi mente nuevamente. Agrias lágrimas volvieron a deslizarse por mis mejillas, odiaba mi débil corazón.

Sentí que alguien se sentaba a mi lado, abrí los ojos creyendo que sería uno de los chicos, pero me encontré con los brillantes ojos de mi Ángel endemoniado, el cual sin darse cuenta me ah hecho llorar a mares.

–JaeBeom ¿Estas bien? –Preguntó JinYoung mirándome con preocupación.

Asenti desviando mi mirada, no quería que se preocupara, eso solo me haría amarlo aún más.

–JaeBeom... Estas llorando. –Acercó su mano a mi rostro, secando un par de lágrimas de mis mejillas, pero estas seguían cayendo de par en par.

–Estoy bien ¿Si? –Me levante con la intención de irme, pero su mano tomó fuertemente mi muñeca, dejándome inmóvil.

–¡¿Porque te escapas de mi, Lim JaeBeom?! –Estaba harto, harto de mi, de mi forma de ser. Suspire y volte, dándole la cara.

–¿Te importa acaso? –Pregunte y él me miro confundido, abrió la boca apunto de responderme, pero llegó la misma chica castaña de hace unos días atrás.

–¡Oppa~! ¿Vamos juntos a casa? –Pregunto acercándose y abrazando el brazo de JinYoung, pegandolo entre sus pechos.

Yo aproveche la sorpresa de JinYoung para jalar mi mano y lograr soltarme de su agarre.

–Tu novia te espera, Park. –Solté en seco, mi furia se notaba, mis ojos volvieron a picar al ver a la afortunada que tenía el corazón de Park entre sus manos.

Él iba a decir algo, pero corrí lejos de él, aun no estaba listo para el rechazo indirecto, no cuando mi corazón aún duele. Lo sé, cobarde.