Una segunda oportunidad/ Pausada

CAPITULO 2

Desearía que me hubiera dicho que no, lo hubiera escuchado en esos momentos cuando me pidió que habláramos. Pero el hubiera no existe y cometí el gran error de no haberlo escuchado.

Daila

Durante el trayecto hacia mi casa, Henry no para de mirarme desde que salimos del jardín de la casa de Kira. No nos hemos dirigido la palabra y el ambiente se ha Tornado algo incómodo y doloroso.

Cuando entró a la autopista Henry se aclara la garganta.

-Daila- dice con la voz rota-escuchame por favor, yo jamás te pondría el cuerno, por favor tienes que creerme, yo te amo, yo no....

No lo dejo terminar.

-Que me amas-digo casi en una carcajada- si me amaras no me hubieras hecho esto- bramo.
El camino de vuelta a casa se me está haciendo demasiado eterno.

-Daila, sabes que eres el amor de mi vida, yo no la bese, por favor  tienes que creerme- me dice casi sin aliento- cuando salí del baño ella estaba recargada en la pared del otro lado.

Estoy intentando controlar las lágrimas, pero me resulta imposible detenerlas, esto es demasiado para mí.

-me dijo que necesitaba ayuda con unas cajas y le dije que si, pero en ese momento Ki...

-¡Quieres callarte!- le digo mientras lo volteo a ver-no quiero que ni siquiera la nombres, ¡me han traicionado los dos!- exclamo.

-¡Eschuchame!-grita- yo no te he traicionado, ella fue la que me besó, por favor créeme, hazlo por nosotros, por lo que hemos vivido juntos, no puedes tirar a la basura 3 años de relación.

-ya no hay un nosotros Henry, esto se terminó- le digo volteando a verlo, con la cara manchada de maquillaje, de tanto llorar.

De repente unas luces blancas nos alumbraron, acompañados del claxon de un tráiler. Al momento de tratar de esquivarlo, nos fuimos a estrellar con un bloque de concreto.

Sólo recuerdo que como gire rápidamente el coche y como vi por última vez al que creía que era el amor de mi vida, hasta que cerré los ojos y sólo vi oscuridad.