Lo único que Bakugou pudo pensar en ese momento, era que tenía una suerte de mierda.
Tras haber soportado un día horrible y augurándose otra noche de insomnio, había decidido prepararse y salir de su habitación para ir a dar una vuelta. Ir al primer piso después de que todos se fueran a dormir y caminar un poco, siempre ayudaba a que el sueño regresara...o al menos lo hacía desde lo ocurrido en Kamino el año pasado.
Pero esta vez, hacerlo fue un error.
—¡¿Kacchan!?
La voz de Deku, alarmado, llegó interrumpiendo el suave "me gustas" dicho por alguien más. Bakugou se detuvo al instante, casi llegando a la sala, viendo a ambas siluetas girarse y mirarlo con ojos amplios, sorprendidos.
—¿¡B-Bakugou-kun!? —Uraraka lo llamó, viéndolo como si su presencia a esas horas de la noche lo volviera todo menos que real.
«Maldita sea, ¿cómo no vi venir esta mierda?»
—¿Quién más crees?
—¡No puede ser, qué vergüenza! —Cara redonda gimió y se cubrió la cara con las manos—. Ni siquiera pude terminar...
—Uraraka-san...
Deku la llamó desde un paso más allá, con voz lastimera, a la vez que enviaba a Bakugou una mirada indescifrable. ¿De verdad creía que iba a saber lo que pensaba con solo mirar su estúpida cara? Porque no. Bakugou no lo sabía. Lo único que alcanzaba a entender, era la incomodidad por defecto que traían estas situaciones de mierda.
La urgencia de irse, largarse sin más, apareció como un salvavidas rápido en su cabeza, pero la idea se le hizo humillante a la misma velocidad.
Hizo una mueca disconforme. ¿Por qué tendría que dejar de lado sus propios planes, en favor de la feliz pareja de idiotas? Nadie los había forzado a hacer esto en una zona pública, ni aunque fuera de noche...sin embargo, al mirar con mayor detenimiento, pudo captar algo que enfrió de inmediato la ira que sentía ir en aumento.
Las manos de Deku se contraían con nerviosismo, alzadas frente a Uraraka, y parecía más contrariado que emocionado con toda la situación. De hecho, lucía bastante dubitativo sobre si tranquilizar a cara redonda atrayéndola a un abrazo, o dándole unas cuantas palmaditas en la espada, desde lejos.
Muy de lejos.
Bakugou entrecerró los ojos cuando Deku no hizo ninguna de las dos cosas y en su lugar, dejó de intentar alcanzarla con gesto apesadumbrado. Casi... como si algo le doliera en el cuerpo por no poder consolarla con su proximidad física.
«¿Qué demonios-?»
¿Acaso... acaso estuvo a punto de presenciar un maldito rechazo?
En cuanto Deku comenzó a verlos rápido a ambos, alternativamente, Bakugou tuvo que hacer un esfuerzo activo por ignorar la desesperación plasmada en su cara. Eso era suficiente confirmación. El idiota de verdad estaba a punto de decirle que no. De rechazar a uno de sus amigos más cercanos.
Una que quería ser algo más que eso.
«Mierda.»
Bakugou retrocedió un paso, sintiéndose fuera de su elemento. Él no necesitaba involucrarse en este tipo de basura. Tampoco quería presenciar el desastre que Deku dejaría. Solo había querido un maldito paseo que lo ayudara a dormir. No obstante, no sería la primera ocasión en que un objetivo suyo se veía obstaculizado por Deku. O por cualquier cosa que tuviera que ver con él, si era honesto.
Frunció el ceño con tanta fuerza que era incómodo.
—No hagas tanto escándalo, Uraraka —Al final, eligió dirigirse a ella, con algo que se negó a llamar lástima por debajo de la frustración—. Me importa una mierda lo que esté pasando entre ustedes dos, ¿entienden? Me voy ahora.
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No por amor [Bakudeku]
FanfictionAparecer en el momento equivocado e interrumpir una maldita confesión, no estaba entre los planes de Bakugou. ¿Terminar involucrado?, tampoco, pero Bakugou no era un tonto que no supiera sacar provecho de la situación... aunque significara jugar a s...