A Nobel Princess [Prince Christian Of Denmark]

Sytten

1 mes después.

—¿Sí?

Todos sonrieron al ver entrar a la joven doctora a el consultorio.

—Lamento el retraso, hay un alboroto en el hospital y no se por que.

—Dra. Callaghan le presento a el señor y la señora Johnsson -su compañera de trabajo le presentó a la mujer en la camilla–, Michelle, Jack, ella es nuestra diosa de la oncologia pediátrica, la doctora Callaghan.

—La conozco -la mujer murmuró riendo–, también leo revistas.

—Es un placer. -Ingrid murmuró sonriente– Muy bien, veamos en que podemos ayudar.

—Michelle tiene 29 años llegó principalmente con Lawrence -Ingrid ubicó inmediatamente a la doctora de ginecólogia–, en el primer trimestre se le detectó una masa extraña en el seno derecho que seguidamente se confirmó como un tumor maligno -Ingrid asintió observando los estudios– y...

—A petición mía y como recomendación de la doctora Gastrell, esperamos para tratarlo... El bebé es nuestra prioridad. -la futura madre interrumpió– ¿verdad cariño?

—Si, lo hemos hablado.

—... La masa se extendió a el seno izquierdo -su compañera prosiguió mostrando el ultrasonido–, comenzamos los tratamientos el segundo trimestre.

—¿Quimio? -Ingrid observó como Gastrell asentia con la cabeza– ¿Hormonal? -otro asentimiento– ¿Células? -un asentimiento más– ¿Radio? -Ingrid cerro los ojos al recibir otro asentimiento– ¿y esto es de...?

—Hace dos meses.

—Vaya -la latina suspiró al ver el gran tumor en el cuerpo de aquella mujer– ¿cuantos meses tiene?

—Siete meses de embarazo.

—Necesito hacer más estudios, pero... -Ingrid se giro para encarara a la joven pareja– sere honesta, los tratamientos para curar el cáncer en el embarazo muchas veces suelen ser potencialmente peligrosos en el primer trimestre...

—¡Es por eso que esperamos!

—... Lo sé, sin embargo, me preocupa que al estar sometida ante tantos  tratamientos y medicamentos el bebé se haya visto afectado. -Ingrid sonrió débilmente– Pediré que la suban para un ultrasonido, analizaré bien y si es necesario practicar una cesárea de emergencia, lo haremos.

La pareja asintió, Ingrid sintió como su corazón se comprimia al ver el terror en la mirada de la joven pareja, él acariciaba su mano y besaba su cabeza, ya, sin cabello y ella se limitaba a sonreír débilmente.

—¿Callaghan?

—¿Sabes por qué tanto alboroto? -Ingrid evitó el tema– Desde que llegué todo parece un caos.

—¿No sabes? -su compañera la miro incrédula– Al parecer hoy llega una eminencia de la medicina de los tiempos de los dinosaurios.

Ambas rieron levemente.

—Al menos es lo que he escuchado hasta ahora -la jefa de el área de adultos alzo los hombros restándole importancia– Oye... ¿Vienes a comer conmigo hoy?

—¡Definitivamente! Necesito comida y compañía -murmuró ella riendo– Te avisaré que pasa con el bebé.

—Subiré para ver como va todo.

Ingrid asintió y seguidamente se alejo de ahí, era un día agetreado, en cuanto llegó había tenido dos cirugías y había estado en radioterapia acompañando a dos pequeños antes de colocarles su grandioso invento.