Y no lo he escrito, y no escribir es un pecado tanto como copular sobre un puente de cadáveres infestados de pustulas aberrantes.
"Todo «objeto» supone la continuidad de un flujo, todo flujo, la fragmentación de un objeto" "Cada máquina órgano interpreta el mundo entero según su propio flujo[...] el ojo lo interpreta en términos de ver -el hablar, el oír, el cagar, el besar...- Pero siempre se establece una conexión con otra máquina, en una transversal en la que la primera corta el flujo de la otra, -o la ve o la escucha o la caga o la besa- en que su flujo es cortada por otra"
Como piezas de un rompecabezas, nuestra existencia esta limitada por piezas que se interconcetan, cortandose la una a la otra pero siendo la una con la otra. Un juego demencial de máquinas retorcidas porque finitas, el límite como marca de la existencia, y el deseo de limitar, de encontrar, el impulso de buscar para destruir como la señal irremediable de que estamos vivos, cortados, limitados, de que un mundo extranjero, de que una industria externa a nosotros nos configura antes de aparecer campantes en el mundo que nos rodea, antes de soñar de rier o de besar. Lengua a Lengua, Sonrisa a Sonrisa -aunque sea frente a un espejo en la Soledad de Sonora- realidad a sueño; todo se expresa y logra expresarse en lo otro. La alegre verdad de que no estamos solos están también la triste verdad de que estamos desolados; no existe otra opción más que ser engranaje en la noble máquina de hacer cerdos que es la trágica máquina del Deseo.
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El Anti Edipo (o la mirada del ángel vuelta hacia atrás)
PoesíaEn la cárcel de lo manifiesto me he perdido, infestado de máquinas de hacer cerdos y de cerdos hacedores de máquinas, carniceros hambrientos y floreados, ribeteados en colores danzantes o cubiertos de hematomas. Como buen amante y mejor suicida, he...