》Capítulo 7《

949 107 11
                                    

"Pensamientos"
Posturas
Narra
—Habla—
Recuerdos

♣︎【【【【♣︎】】】】♣︎

Rubius Pov:

Acabo de llegar a la ciudad y me quedé petrificado. Luces y personas en todos lados. Era, seguramente, la media noche, pero eso no significaba que las personas estén en sus casas. Es más, hasta parecía de día por tantas luces que habían. Decidí sacar a Luzu de la caja para que así pueda disfrutar y conocer este nuevo lugar. Al estar afuera, le pedí que no cambiara su forma, para no generar sospechas, a lo cual estuvo de acuerdo. Aúnque, mi petición fue muy tonta, ya que ver a un chico con un bamboo en su boca era más sospechoso que verlo cambiar de tamaño.

Mientras caminábamos, veíamos la ciudad impresionados, admirando cada mínimo detalle que en nuestro pueblo natal no había ni habrá en un millón de años. Enseguida el hambre se apoderó de mí y, consultándole a Luzu antes, nos dirigimos a un puesto para que pudiera comer algo.

—Disculpe. El plato de comida más sabroso que tenga, por favor— pedí, ya no me importaba nada más excepto comer— Dos de ellos— agregué. Si a Luzu no le gustaba, mejor para mí.

—Marchando.

Pasando los 10 minutos, ya tenía en mis manos dos sabronos y apetitosos tazones de comida. Le pasé uno a Luzu.

—¿Puedes comer esto?— le pregunté mientras ví como se sacaba el bamboo de la boca.

—Sí... se ve bien— habló, después de un largo tiempo, era muy agradable escuchar su voz de nuevo— Sabes, ya no voy a necesitar ese estúpido pedazo de bamboo— me informó, yo no pude estar más de acuerdo.

Después de nuestra pequeña charla, nos dispusimos a comer. Al ver a Luzu, él parecía encantado de saborear, otra vez, un plato de comida. Nuevamente una alegría se apoderó de mi cuerpo, poniéndome de buen humor. Y esa alegría no pudo haber mejorado más al sentir un olor muy reconocido acercarse hacia nosotros. Giré mi vista y pude ver a nadie más ni nadie menos que Mangel.

—¡Mangel!.

Él pareció confundido al verme, pero luego de que me pusiera mi máscara a propósito, se sorprendió al verme.

—¡¿Rubiuh?!, madre mía, no te reconocí sin la máscara— rió luego de haber dicho eso— ¿Cómo has estado?— preguntó acercándose.

—Muy bien, aquí, comiendo algo.

—Sí, me dí cuenta, se ve delicioso— comentó— Por cierto, ¿quién eres tú?— dijo viendo a Luzu.

—Soy Luzu, o mejor dicho, Borja Luzuriaga. Rabis es mi hermano.

—¡Oh, por supuesto! Rubiuh dijo slgunas cosas de tí el día que nos conocimos.

—Y, ¿que te trae a la ciudad Mangel?— pregunté interesado.

—Bueno, vine a la ciudad porque dicen que hay un demonio por aquí.

—Que curioso, también vinimos por eso— dije.

Luego solo dejamos de lado esa extraña coincidencia y nos sentamos a seguir conversando un poco más. Quise invitarle a Mangel un plato de comida, pero él me dijo que ya había comido algunos momentos atrás en otro lugar.

—Mangel, ¿podemos contarte algo que si o si debe quedar entre nosotros?— pregunté.

—Claro tío, ¿qué es?— ví a Luzu por unos segundos hasta que él pareció entender y me dió una mirada de aprovación.

—No se cómo decirte esto... pero... Luzu, es un demonio— confesé y, antes de que Mangel pidiera explicaciones, me adelanté— Años atrás, cuando no conocíamos a existencia de los demonios, nuestra familia tampoco conocía los peligros de vivir apartados, en el bosque, sin ningún tipo de protección. Una mañana, al volver del pueblo donde vendía leña, me encontré con la... peor escena que mis ojos podían ver— hice una pausa al recordar tal vista, tal atrocidad que la puñetera Hermandad Oscura había causado— Mi madre y hermana habían muerto, pero Luzu no. Eso fue porque lo convirtieron en uno de ellos, en un demonio. En parte lo salvó, pero en otra, lo maldijo— de pronto recordé una conversación que tuve con él apenas volví de la Selección final.

—Rubén, odio esto.

—¿Luzu, qué te pasa?.

—¿Acaso no lo notas? Mírame, ¡soy un monstruo ahora!, soy de todo menos normal. Soy grotesto y horrible a la vista de alguien— enseguida lo detuve al ver como derramaba lágrimas de sus ojos.

—Hey, no, eso no es cierto. Para mí eres lo más increíble y asombroso del mundo, es más, esos colmillos y uñas te hacen ver aún más atractivo— agregué con una sonrisa.

—Aún así, aunque tú lo creyeras, que van a opinar los demás— aún lloraba a mares. No supe que contestar. Solo me quedé en silencio mientras consolaba a mi hermano en brazos.

Este era el momento que él esperaba, el momento en saber que opinaban los demás sobre él. Mangel habló apenas salir de su trance.

—Vaya, de todas las cosas que me esperaba, esta no estaba en mi lista— confesó— Miren, no opinaré nada, solo diré que lamento mucho todo lo que han pasado. Ustedes dos son muy fuertes. Y Luzu, no debes de temerme, no te haré ningún tipo daño aún sabiendo sobre tu condición, sobre todo, a un amigo.

Luzu quedó estático antes las palabras de Mangel. Me acerqué y le susurré en su oido <<El mundo está lleno de esta clase de personas, Luzu>>, luego me aleje de él. Pero de repente, sentí otro olor familiar, uno que generó odio y desagrado en mi interior, ¿acaso era el mismo olor que había en nuestra casa ese horrible día? Me levanté, escuchando el ruido de como mi plato se rompía contra el suelo, pero no me importó en lo más mínimo.

—¿Rubiuh?, ¿qué sucede?— no respondí.

—¿Rabis?— de nuevo, sin habla.

Empezé a respirar menos al sentir como el aire a mi alrededor se sentía más pesado de lo usual. Luego no sé en qué momento corrí lejos de mi hermano y amigo. Estaba segado, y lo único que me guíaba era ese olor que tanto odiaba. A medida que avanzaba, el aroma se hizo más potente, hasta llegar a una pareja conformada por una mujer y un hombre, ambos olían al mismo olor, a ese espantoso olor. ¿Eran parte de la Hermandad?.

Sin dudarlo un segundo guié mi mano para desenvainar mi espada, pero el grito de la mujer frente a mí hizo que me detuviera.

—¡Tiene una espada!— gritó desesperadamente la hija de su madre.

—¡Alguien, que nos ayude!— le siguió su estúpido acompañante.

Estaba petrificado por la rabia y el odio, no sabía que hacer exactamente. La mirada de todos a nuestro alrededor estaban sobre mí, me ponía nervioso por cada segundo que pasaba. Y gracias a que yo era el centro de atención, las demás personas no pudieron ver como, en un movimiento sobrehumano, la mano de la mujer que había empezado todo este maldito alboroto rasguñó a un hombre que iba pasando. El muchacho se agarró la zona del rasguño con una de sus manos para parar el sangrado.

—¿Cariño, te encuentras bien?— le preguntó, al parecer, su novia. Al no recibir respuesta, ella siguió insistiendo— ¿Querido?.

Apenas terminar su pregunta, el hombre se avanlanzó contra ella haciendo que la muchacha comienze a gritar con desespero. ¡Se había convertido en un demonio!

—¡No!— no sabía que hacer. Habían lastimado a una persona inocente para que dejáramos de ser el centro de atención. Los hijos de puta no eran nada estúpidos.

♣︎【【【【♣︎】】】】♣︎

Bueno otro cap, otra razón para seguir escribiendo :>. Este fue más corto asi que como recompensa escribiré dos caps más para ustedes.

Y sin nada más que decir, nos leemos luego MATA NE♡

Editado◆•

El Cazador de las nieves (Ruwigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora