CAPÍTULO 2

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Pasaron tan solo dos simples, aburridos y repetitivos días des de aquella corta conversación junto con aquella psicóloga.

Me situaba tranquilamente en el escritorio leyendo cualquier libro de mi pequeña estantería junto con vistas a unas bonitas flores que se situaban tras la ventana de mi habitación, que se situaba justo delante de mi escritorio.

Pocos segundos después, el teléfono sonó. Mi madre cogió el teléfono y al poco rato colgó, sin haber dicho gran cosa. De pronto un escalofrío recorrió cada parte de mi cuerpo. Algo pasaba, y nada bueno seria.

Cariño, he de irme, papa a empeorado...volveré con noticias, no te preocupes. -se notaba poca fuerza en su palabras. Yo solo me limite a asimilar con la cabeza, y ella se fue. Yo me quede ahí quieta a la espera de noticias.

* * *

A la tarde...

Ya anochecía, y se escucho la puerta de la entrada abrirse. Se oía sollozar a alguien...era mama.

Malas noticias. -pensé.

Al dirigirme a la entrada y verla, solo supe abrazarla. Cuando su llanto calmo, pude oír susurrarle;

Ya no esta...se ha ido...se ha ido -repitió varias veces.

¡No, no! -grite por dentro.

Mis ojos de pronto comenzaron a cristalizarse, y las lagrimas ya rodaban por mis mejillas. No podía creer que eso estaba pasando de verdad.

Esto es una pesadilla, todo tiene que ser una pesadilla, solo una maldita pesadilla, y despertare, y todo habrá terminado, seguro...seguro... -eso repetía en mi cabeza sin parar.

Tenía que asimilar que el...ya se había ido, ya no había vuelta atrás, nunca mas volveré a verle, NUNCA MAS. Ya nada volverá a ser como antes, el ya habia desprendido sus alas, y yo aun seguía aquí con los pies en la tierra.

Cada segundo que pasaba, me notaba mas hundida, mas rota, mas vacía...mientras que aquel silencio de la habitación me rodeaba y aquellas voces de mi cabeza no me dejaban descansar, me fije en el calendario de mi pared.

"4 de agosto"

Te odio...te odio 4 de agosto... -susurre con pocas fuerzas.

El mundo se me caía encima, todo esto estaba siendo un desastre, solo podía esperar a que las buenas cosas pudieran llegar por fin. Todo era question de paciencia, tan solo quería que mi vida diera una vuelta de 190 grados y que al fin las cosas cambiaran para bien. Una nueva vida.

El abismo del cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora