¿Destrucción?
Cada persona se destruye a su manera; unas lloran, otros gritan, otros...otros aman... El ser humano suele ser fuerte, pero cuando poco a poco pierden la fuerza, se debilitan. Ahora preguntareis, ¿Porque no sigues tu historia? Principalmente porque esto es parte de mi historia. Los demonios acaban de volver y la oscuridad ya empieza a rodearme. Que ingenua fui al pensar que empezaría a cambiar algo mi vida, que empezaría mi nueva vida en un nuevo año. Pero no, el destino te pone piedras, pone obstáculos, pone alfileres, y tu eres esos pies que tienen que saltar cada uno de aquellos baches, y ser aquel globo que se pincha débilmente contra la punta de aquellos afilados alfileres.
La felicidad se desprende de mi ser y hasta mi propia sombra decide abandonarme cuando cae la noche, cuando todo esta en calma y en silencio, y el Sol ya decidió esconderse.
Miles de anocheceres muriendo. Sol no se entera de que Luna lo ama y que empezó a llorar entre la sabana de sus cráteres un día de frío enero. Grietas, también conocidas como heridas, volvían a abrirse sin piedad, y otras de nuevas aparecían. Corazones débiles, borrachos e inocentes creyendo en lo estúpido que es el amor y cuando daño llega a hacer.
Siempre queremos a la persona que nunca podemos tener, y hay que decir que duele.
Una persona enamorada llega a hacer grandes locuras; amar sin limite, sin pensar el daño que podemos a hacernos.
Luna podrá tener planetas y un infinito universo en los que dejar su amor, pero ella solo se fijo en los cálidos rayos de Sol.
Miles de sonrisas en las que poder enamorarme en aquel septiembre, y solo llegue a fijarme en la tuya.
Al igual que tu sonrías, tu conseguías la mía provocándola. Parabas el tiempo por un instante en mi mundo, aquel mundo en blanco y negro que en un abrir y cerrar de ojos...se empezó a convertir en uno de varios tonos.
Tus sonrisas hacían que cada mañana al despertar, hacían que exclamase que hoy seria un gran día solo porque iba a poder verte. Solias ser ese sueño que solía tener cada noche, que suele verse todo tan real, que incluso podía tocarte la piel sin haber tenido la ocasión de haberlo hecho ya. Eras ese nombre pronunciado a través de mi labios y escrito en una pequeña parte de mi corazón que a cada latido de el eres la melodía de mi canción favorita. Eras ese "hola" de todas las mañanas que hacían que cobrarse el sentido de mi vida, y sostenían mi mundo.
Podrías ser mil cosas mas, o mas de mil, o incluso un infinito de números que nunca acabarían.
Amor; a veces correspondido si es que tienes suerte, a veces no correspondido por tu mala suerte. Todos tenemos una alma gemela, o eso cuenta la leyenda. Este donde este, la acabaras encontrando.
Las mejores cosas pasan, cuando menos te lo esperas.
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El abismo del cielo.
Ficțiune adolescenți[ Seguía respirando, pero eso no significaba que seguía con vida ]