Después de todo aquel pésimo verano, empezaremos a hablar de la cercanía del comienzo de las clases. También llamado como "aquel infierno".
Tenía miedo del curso que venia, no por las clases ni mucho menos por mis amigos, sino por la sociedad que suele permanecer ahí dentro. Siempre se han reído de mi des de pequeña, solo que no le tomaba importancia, pero ahora, a medida que la gente va creciendo, es mas cruel y van con mas ganas de hacer daño. Lo se, hay que saber pasar de este tipo de gente, pero hay que admitir que depende lo que te lleguen a decir o se rían de ti, duele.
Soy apodada como "la rara".
Gracias a este apodo pude saber que eso hacia diferenciarme de los demás, y no, no hay que tomárselo como algo malo. Ser raro, es ser diferente, y ser diferente es ser tu mismo y tener tu propia personalidad.
A medida que iba avanzando el curso, las cosas no estaban saliendo como esperaban.
Mis notas caían en picado, y las cosas comenzaban a empeorar.
El único problema no era ese, también era mi madre. Se dedicaba y suele aun dedicarse a enterrarme y a gritar lo inútil que soy para todo. Suele decir que esta harta de mi. ¿Harta de mi, porque? La verdad nunca lo llegare a entender.
No fumo, no bebo, intento hacer todo lo que me pide, no le cuento mis problemas solo porque no quiero estresarla mas, nunca he querido llorar delante suyo solo para no preocuparla...
Quiere que cambie, pero mi pregunta es, ¿En que quiere que cambie?
Evito problemas y me preocupo por ella, y la abrazo siempre que lo necesita.
Seguramente también estará pasándolo mal, pero yo también, y tengo sentimientos.
Depende que palabras; cortan, y las heridas suelen tardar en sanar.
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El abismo del cielo.
Teen Fiction[ Seguía respirando, pero eso no significaba que seguía con vida ]