🐦De Bill para tí

68 13 3
                                    


Stan.

No tienes ni la menor idea de lo mucho que me odio desde que los perdedores nos enteramos de que te habías suicidado. Creo que no me había sentido así desde lo que pasó con Georgie. Es mi maldita culpa. Lo sé. Te metí en esto. Te induje a entrar en una batalla casi imposible de librar en contra de tu voluntad. Y tú simplemente decidiste salirte y escapar de ella.

Cuando teníamos 13 y nos enfrentamos a Eso por primera vez en grupo fue en la casa de Neibolt Street. Lastimó a todos, a unos más que a otros, pero yo encontré ese jodido pozo. Y cuando se los dije me gritaste "NO habrá otra vez Bill". Me espetaste con lágrimas en los ojos que estaba demente, y a pesar de que Beverly intentó apoyarme, sabía que tenías razón... pero te ignoré.

En el segundo enfrentamiento, en la alcantarilla, cuando de repente Richie preguntó dónde mierda estabas y yo no supe responder, me llené de pánico. La simple idea de que te hubiera pasado algo me hizo reaccionar. Cuando te encontramos y esa mujer asquerosa te estaba atacando creí que Eso te iba a matar ahí mismo, frente a nosotros. Y cuando se alejó y corrimos a ayudarte empezaste a gritar que te habíamos abandonado y que no éramos tus amigos en realidad. Verte llorar, sangrar y jadear me partió el corazón. Luego, descubrí el impermeable de Georgie, y cuando sentí tus brazos alrededor mío, junto a los demás, me sentí humillado. Ni siquiera fui capaz de permanecer a tu lado tras el ataque, y tú estabas ahí, apoyándome.

El día del juramento de sangre, con la mano cortada y un trozo de vidrio manchado a consecuencia de mis heridas, las de Mike, Richie y Eddie, me acerqué a ti. Estabas con los ojos llorosos, triste y con esa venda en la cabeza que me destrozó por dentro. Te sujeté las manos con suavidad para cortar la palma... y ahí me di cuenta de algo que con tu inteligencia superior seguro notaste también. Amaba a todos los perdedores, pero en el amor que sentía por ti había algo más. Sentía algo más. Sentía también que debía protegerte, cuidarte, y estar a tu lado siempre. Sentía que no debíamos separarnos nunca.

Te quería muchísimo. Siempre que te necesitaba estabas ahí. Cada vez que requería tu ayuda me la ofrecías, algunas veces antes de pedírtela. Después de lo ocurrido con Georgie incluso ibas de vez en cuando a dormir conmigo por lo sólo y destrozado que me sentía, a pesar de lo mucho que te costaba conseguir el permiso de tus padres. Platicábamos y jugábamos buena parte de la noche y luego dormíamos. En un inicio llevabas un saco de dormir, pero luego aceptaste dormir en mi cama, a mi lado, y dejaste de llevarlo. Y durante esas horribles tormentas nocturnas que tanto me aterraban me abrazaba a ti, y tú me devolvías el abrazo, me acariciabas el cabello y me susurrabas que todo estaría bien porque te tenía a mi lado para cuidarme.

Por eso aquel día, cuando te corté la mano con el vidrio, no pude soportar ver las lágrimas brotar de tus hermosos ojos, ni observar tu expresión de dolor extenderse por tus labios e invadir toda tu cara, además de sentir tus suaves y cálidas manos, aún sobre las mías, comenzar a sangrar por esa herida.

Antes de alejarte me dijiste que me odiabas, y en ese momento algo se rompió dentro de mí, porque nunca pude ni podré averiguar si lo decías de verdad. Luego te reíste, los demás te imitamos, y yo no podía creer que todavía pudieras reír con esa risa hermosa que me derretía el corazón y sonreír con la sonrisa más hermosa que pude ver jamás con todo lo que había pasado.

Durante mi último enfrentamiento con Eso, después de tu muerte, Pennywise se me apareció con una mostruosidad que me habló con tu voz y me culpó de todo. Casi nos mata a Rich, Eddie y a mí, pero lo peor no fue eso, sino que tenía razón. No me siento nada bien escribiendo una despedida sabiendo que el culpable de ella soy yo, pero tú lo has hecho, y de una u otra forma debía contestar esas palabras que encontré en mi sobre (lamento no poder cumplir mi promesa Bill, pero si todavía me quieres, te estaré esperando). Lo que voy a responder es muy simple: si aún no me odias, espero poder verte de nuevo y cumplir tu deseo.

Te amo Stanley Uris, por favor nunca olvides eso.




Bill Denbrough.

A letter to a loser  (𝑬𝒅𝒊𝒕𝒂𝒏𝒅𝒐)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora