Cualquier error ortográfico será editado en unas horas.
[Historia independiente de la película original]
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—No puede ser. —Irene hablaba por el auricular, Mitch bajó con cuidado el periódico alarmado.
—¿hm? —Con la mirada estuvo buscando a alguien sospechoso.
—¿En verdad está justo ahí? —Stan mantenía su mirada en un punto fijo.
—¿Quién? —Comenzó a desesperarse.
—No lo entiendo.
—¿Quiere alguien decirme de quien estamos hablando? —Mitch bajó de golpe el periódico golpeando la mesa susurrando.
—A tu derecha, está sentada con pelo rubio. —Irene parecía insegura con sus palabras pero se podía notar la esperanza.
Mitch observó tratando de no ser tan obvio e hizo contacto con sus ojos al instante, ella le guiñó para luego levantarse y dejar el dinero de lo que había consumido, desapareciendo en un segundo entre tanta multitud.
—Mitch, siguela. —Ordenó Irene. Él aún estaba como en un pequeño Shock, aquella pelirrubia lo había dejado nostálgico y triste, se parecía mucho a Katrina por no decir idénticas. Tragó en seco y no pudo resistirse a la curiosidad.
Caminó entre la gente que lo insultaba por pisarlos o empujarlos, seguía sin importarle nada, siguiendo la silueta femenina. Comenzó a sentir la falta de aire acorde sus pasos, ella giró en una esquina a un callejón.
Pudo sentir unas manos cálidas tomar de sus brazos para luego golpearlo contra la pared. Ahí pudo verla mejor, ella no se parecía en nada a Katrina.
Estuvo a punto de hablar pero ella rápidamente quitó el auricular que contenía Mitch. Luego de asegurarse de su estado, ya se encontraba indefenso.
—Hola, corazón. —Habló jadeante mientras lo sostenía del cuello. Él intentaba safarse sorprendido . —Dile a la maldita CIA que no se interponga en esto, no les incumbe en lo absoluto.
—Díselo tú. —Con dificultad, quitó aquella mano y comenzaron a intercambiar golpes. Por suerte, ninguno salió herido. Ella era muy buena esquivando, desplazándose entre los brazos de Mitch. Por último, con el codo golpeó su estómago sonriendo victoriosa para luego huir mientras quitaba su cabello rubio, quedando con un pelo corto castaño hasta la altura de los hombros.
Mitch miró como abandonó el lugar, dejándolo desconcertado nuevamente.
Segundos después apareció Stan observando para todos lados en busca que la chica.
—Yo estoy bien. Gracias. —Dijo manteniendo una mano en el estómago.
—Maldita sea, ya no está. —Avisó a Irene quien desde su oficina golpeaba la mesa.
—¿Quién era ella? —Apenas recuperaba el aliento. Miró a Stan y él también. Solo negó con la cabeza, volviendo por donde había llegado.
Mitch ya trabajaba en la CIA, siendo uno de los mejores en el oficio. Habia pasado un año desde que lo integraron y la verdad es que también había sentido esa conexión junto al entusiasmo de disfrutar lo que hace, era satisfactorio para él y para su jefa Irene.
Nuevamente seguían a un Sicario. Si. No tenían más información que esa. Intentaban saber quién se ocultaba detrás de muchos asesinatos con los mismos indicios, pero terminaron encontrando a una recluta llamada ____ o bueno, casi recluta porque nunca pudieron quedar con ella.
Sabía manejarse de maneras expertas, haciendo quedar en ridículo más de una vez a la CIA por meses hasta que no volvieron a saber más de ella durante años.
Su historia no era del todo clara, nunca supieron a fondo lo que había pasado con ____. Quedando en la nada, dudando a veces de su estado, Si era buena o mala pero admitian el talento.
Sólo sabían que su familia no sobrevivió a un atentado en una reunión donde solo sobrevivió ella y su tía. Obviamente fue la primera en recibir a la policia en su casa para tener la mayor información. En cambio perdieron el tiempo. Ella no sabía nada.
